Lo de Tarque en Apolo, y mucho me da que el resto de la gira debe andar por los mismos derroteros, se puede resumir como una simple declaración de intenciones permanente. El murciano asegura que ha vuelto al rock (que cada uno interprete como quiera esa frase respecto a sus discos anteriores con M-Clan) y nos lo recuerda de manera continua. Desde la canción que suena antes de su salida a escena, el «I love rock and roll» de Joan Jett hasta la última de las notas del concierto, todo exudaba una actitud y un sonido que muchos le reclamaban hace tiempo. El segundo posicionamiento llegó con la forma de salir al escenario. Fue Carlos Raya el que encabezó la comitiva de tres músicos (Coki Giménez y Chapo González completaban el cuarteto básico de rock), mostrando que él es piedra angular de este proyecto, que buena parte de ese sonido rocoso es cosa suya, y que, como dice el propio Tarque, el disco que venían a presentar podría haber sido firmado casi a medias. Y la tercera muestra de lo apuntado llegó con el repertorio. Empezando por «Ahora y en la hora», Tarque tardó hasta cinco canciones en tirar del repertorio de M-Clan – lo hizo con «Perdido en la ciudad»- apuntalando que allí estábamos para presentar su disco y que, aunque iba a caer algún otro tema de su aparcada banda con cuentagotas, ese no era el objetivo. Y finalmente, la elección de las versiones con Free y Leño por bandera acabó de confirmarlo todo. Buen concierto, muy buen Tarque y una magnífica banda que consigue sonar tan crudo y contundente como buscan.
Raquel Sánchez
