Como era de esperar la sala de la Plaça Reial se quedó pequeña para el concierto de los británicos. El “sold out” hizo que se formara una gran cola minutos antes del “bolo” para coger buena posición. 

La cosa empezó fuerte con una trepidante “Sweet Release” de su último disco que mejora muchísimo en directo. La percusión de este tema era diferente, era purito B-52’s. Nos ofrecieron 6 temas más del ultimo Lp, entre ellos la monótona «Outside my window», la muy bailable por la parroquia «Reaching out for a friend», «Eyes like pearls» que me recuerda a los Bellamy Brothers empalagosos o a los Traveling Wilburys… la encontré fabulosa, aunque creo que solo me gustó a mí.

El sexteto le imprimía sonidazo a los temas (medalla para el técnico), estuvieron espléndidos los muchachos. Voces y guitarras de 10. Fueron a por faena, cero “chachara”. Bryan Ferry asomaba la cabeza en «Chasing the tail of a dream», 100 % Madness en “Something inside of me”. Tocaron de variedad de discos, pero menos de su etapa más sixties psicodélica, en esa línea no faltaron las descomunales «Jacqueline», la country rockera «Bill Mccai» ni «Pass it on» luciendo guitarras de 12 cuerdas.

Fin de fiesta y toda la sala bailando «Goodbye» y «Dreaming of you». Apoteósico, concierto 10.

Joan Soriano