Encuentros

Mossen Bramit Morera i Els Morts, ecos de la cripta

Foto: Mireia Padilla

Desde ahí, desde el lado tenebroso (y divertido) del rock and roll, nos llega un nuevo Ep de la banda más descacharrante e iconoclasta de estos lares. El Butoni, editado al alimón por Jaguar Records, Sweet Grooves, Pipus, Llibres de la Drassana… y recomendado encarecidamente por Ruta 66, les muestra en plena forma, con formación remozada y granas incontrolables de hacerlo volar todo por los aires. ¡El mundo sería mucho más aburrido sin ellos, sin duda! Mossén Bramit y Edu Rocket toman la palabra tras consensuar con sus difuntos compañeros. Tienen previsto desangrar a todo aquel que se acerque el sábado 8 de diciembre al Pipus Fest III en Benidorm.

Nuevo disco y nueva formación, ¿os podéis presentar?

Desde aquel noviembre  del año 13 en que forzamos las puertas, ha habido bastante tránsito entre el mundo de vivos y Ultratumba. Ahora mismo habitamos la cripta, por orden de defunción, Bramit Morera y Edu Rocket al saxo, de la formación inicial, Xavi Von Toten al bajo, David Fil Espectre a la guitarra, Alice Go a la batería y Fra Lluís Terregat a la otra guitarra. Un pandemónium espantoso, pero dantescamente organizado y con fuerte vocación de eternidad.

Tras vuestro primer Ep, un goloso 10” y el single de Les Mortettes, insistís en el formato pequeño para presentar cuatro nuevos temas. Supongo que es un adelanto de un futuro Lp del que se lleva tiempo hablando…

Corren tantas habladurías y leyendas… En realidad preferimos suministrar el veneno en pequeñas dosis exentas de excipiente. Y esta cuarta pócima pensamos que es la más infecciosa y letal que hemos servido. El larga duración llegará cuando las discográficas nos lo exijan, puede ser ahora mismo. En cualquier caso, prometemos volver al estudio antes del próximo solsticio invernal.

Lo tituláis Butoni, como una de las canciones del disco. Otro ser tenebroso surgido de la mitología demoníaca valenciana. ¿Da más o menos miedo que Nicomedes, el protagonista de una de vuestras mejores canciones?

Nicomedes Méndez era un verdugo estrella de la Barcelona de entre el XIX y el XX. El Butoni se parece más al Home del Sac, ya que sólo da miedo a los infantes. Quizás hemos madurado. El envoltorio sonoro es maximalistamente danzón y coreable, pero ahora el personaje muestra su frustración, su soledad. Es una amenaza constante y su nombre inspira terror, pero nunca ejecuta, siempre vuelve a casa con las manos vacías. En el primer EP, los personajes eran unos chuletas y unos ganadores. Luego la cosa ha ido oscureciéndose, aunque sin perder el humor en ningún caso.

Foto: Luis Pérez

Habéis recurrido a la co-edición entre diferentes sellos. ¿Cómo cuadra la operación?

Dado el entusiasmo y las artes seductivas que mostrasteis todos los implicados, decidimos optar por el poliamor y no dejar a nadie fuera. Jaguar-Monterey nos da la alegría de volver a casa -como en la primera ocasión, le bastó con escuchar nuestro nombre, no hicieron falta las canciones- y de mantener el vínculo con València. Pipus nos gusta por estar empezando, y por poner una pica en esa babilonia valenciana que es Benidorm. SweetGrooves, de Cáceres, es una compañía de exquisito gusto y afición al riesgo, como han demostrado una vez más. Y, evidentemente, nos encanta que el valenciano no haya sido un problema. Igual como resulta muy halagador que una pujante editorial como es Llibres de la Drassana se haya unido al aquelarre, compulsando así el carácter literario de nuestro Rock’n’Roll. De esta revista, qué vamos a decir: que nos llena de honra pasear vuestra insignia en la carpeta y, que dado lo exiguo y selecto de vuestro catálogo discográfico, es un privilegio compartir sello con Burning, Los Enemigos o Elliot Murphy. ¿Vosotros cómo lo lleváis? ¿Estáis a gusto? Por último, hemos de confesar que, además de este poliamor oficial, mantenemos un apasionado affaire adúltero con el fanzine Herpe, que ha dedicado un número especial y monográfico al EP. Han dibujado cuatro fastuosas historietas con las letras de las canciones. Y no veas cómo mola y el gustito que da.

En una anterior entrevista para esta Ruta, saltó la definición de “practicantes de un retromacabrismo indígena”. ¿Podéis explicar en qué consiste a quien haya cometido el error de no conoceros, para los blandos de espíritu y temerosos compulsivos?

En otra ocasión alguien dijo que era como coger a Allan Poe y enchufarle una guitarra bien cargadita de fuzz. Habría también que añadirle un pelín de conciencia de clase y hacerlo nacer en València o en Catalunya: nos gusta tratar los miedos universales desde nuestra tradición. Y pensamos que, siendo -o intentándolo- un grupo canónico de Rock’n’Roll, eso nos hace originales. Esconder la diversidad es mala idea: sólo trae aburrimiento, represión y neurosis. Y esos son los enemigos que combatimos en nuestro espectáculo a base de  intensidad, espanto, humor, tripas, baile, teatro, rebelión y catarsis dionisíaca.

La verdad, cuesta encontrar bandas que circulen en similares características por estos lares… ¿Con quién os sentís cómodos compartiendo escenario y compartiendo charlas sobre asesinos en serie, verdugos y diversos tipos de pócimas y venenos?

La procesión es larga y la memoria corta: compartir escenario en Betxí con Los Altragos y con Los Fleshtones es un bonito recuerdo. Igual como nos hace mucha ilusión volver al Pin Up Fest y compartir escenario con los Lyres. También nos enorgullece cruzar caminos con Las Víctimas Civiles, Las Infrarrojas, Futuro Terror, The Government y los demás grupos que actuarán para la III Internacional del RnR.  Y aunque son un poco ceporros, esperamos tocar pronto con Sinciders y con los grupos de nuestro resucitado Marc Argenter: los 5,4,3,2,1. O con los Ratkellers y con Dirty Rockets de nuevo, claro. Algo que también nos gustaría sería ver el saxo de Edu Rocket junto al de Dani Nel.lo de Mambo Jambo desatando juntos el averno.

Vuestros referentes son claros (la crónica negra, el inigualable Screaming Lord Sutch, la pareja Lux & Poison), pero con “Home mosquit” voláis más intensamente hasta los pantanos con emanaciones lisérgicas del fuzz… ¿más discos clásicos que guíen vuestros pasos hacia el más allá?

Hombre, ¡es el Human Fly crampoide! Pero es verdad que el Butoni ha virado un poco hacia el garage revival 80s. En 2018 está más lejano el 85 de lo que lo estaba el 65 cuando aquí se puso de moda el garage. Queremos decir que los Fuzztones, Gruesomes, Miracle Workers y todas aquellas bandas ya son clásicos y se merecen ese respeto. O, posteriormente, sería mezquino obviar a Wau y Los Aaarg. Y lo evidente: Sonics, Gene Vincent, Jay Hawkins, Stooges, Sam the Sham, New York Dolls, Johnny Kid y todo lo más negro y peludo del Rock ‘n’ Roll. Aparte de alguna debilidad más oscura como Dean Carter o los Outsiders holandeses, hay ciertas influencias que Mn Bramit no quiere ni puede ocultar: Ovidi Montllor, Gabinete Caligari, Concha Piquer, Gardel, Al Tall, el cancionero popular valenciano que tan bien están trabajando gente como Pep Botifarra o Dani Miquel. Por último, tampoco podemos obviar el olor a tinta venerable. Nuestros contemporáneos del siglo XV valenciano: Jaume Roig, Joanot Martorell, Ausiàs March -algún hemistiquio le hemos robado-, los dietaristas del XVI y posteriores y algún moderno del XX como Vicent Andrés Estellés.

Foto: Aitor Rodero

Sin perder de vista vuestro ADN… ¿hacia donde y cómo puede expandir su radio de acción el Bramit morera i Els Morts?

Expandir la palabra y el horror, mover a las masas y que disfruten con nosotros del miedo, de perderlo y de empezar a provocarlo. Tenemos ganas de prodigarnos más por los escenarios y festivales valencianos rock’n’roll que nos encantan  -Wáchina, Surforama, Funtastic, Red Pier- y también de salir más allende los límites de la Corona de Aragón, así como de la parroquia rockera. Nos preocupa la juventud, tan desorientada entre reggetonismos y traperías varias. A nivel creativo, nos quedan muchísimos temas tenebrosos y leyendas que musicar. El respetable nos sigue enviando nuevas y casi exigiendo que las hagamos. Por último, dada la reacción del público párvulo que se aventura en los conciertos diurnos, fantaseamos con dar funciones infantiles, porque, como ya hemos dicho sufrimos por la juventud.

Por cierto, ¿habéis enterrado definitivamente a les Mortettes, vuestras peculiares coristas?

Resucitaron masivamente, ahora están vivas y coleando. Aunque Olga, la Mamba Negra, se nos apareció recientemente en concierto en Cornellà. Y provocó el pánico y la emoción entre la ciudadanía.

Por último, Mossén, ¿puede usted darnos la bendición para seguir llegando a los quioscos once meses al año?

Lo de Mossén se presta a confusión. En la Valencia medieval donde me crié era tratamiento caballeresco, no eclesial. Pero ahí va la bendición que usaban las mujeres creyentes de mi familia para despedirte deseando suerte: Au, que la Mare de Déu vos pixe el morro. Esto es, que la Virgen os mee en la boca. Salud y Ataúd!

Texto: Alfred Crespo

 

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