Los bogotanos Andrea Echeverri y Héctor Buitrago llevan casi treinta años sobre los escenarios con un mensaje muy actual. Reivindican, entre otras causas, el ecologismo activo (proyectaron un video de Greenpeace al comienzo del concierto), la igualdad de género y el respeto a las minorías étnicas.
Su música mezcla la cumbia y el folklore sudamericano con pistas de electrónica, pero, de lo que no cabe ninguna duda, es que hacen imposible no mover los pies. En una de las primeras citas musicales del veroño capitalino, Aterciopelados convocó y triunfó. Ayudados por pantallas estilo karaoke, presentaron su último álbum, “Claroscura”, con el que están nominados a los premios Grammy. Además, interpretaron los temas más populares del grupo, tales como “Florecita Rockera” “Maligno” o “Bolero Falaz”. La traca final llegó con la entrada de La Mari, cantante de Chambao, que se unió a un fin de fiesta en el que Héctor se dedicó a repartir entre el público frisbis de colores. La anécdota vino cuando Andrea confesó que su tema “Tumbado” lo compuso después de compartir festival en Ecuador con Natalia LaFourcade y ser testigo de su belleza infinita. Tras más de dos horas de actuación, nos fuimos a casa con la sensación de habernos limpiado el alma, al menos un poquito, y de ser mejores personas.
Texto y foto: Pepe Maza
