Encuentros

Rob Tognoni, la música como pasión innata

 

Casi cuarenta años tocando la guitarra, una veintena de álbumes publicados y el brillo intacto en sus ojos cada vez que sube al escenario. Rob Tognoni, “el diablo de Tazmania”, se acerca para hacernos girar en su tornado de blues.  The Village – ALIVE! es su última entrega, un disco doble grabado en directo el pasado mes de febrero en The Village (Habach, Alemania), un famoso club dentro del circuito Blues-rock europeo. Indagamos en sus raíces y la esencia de su música. Estas son las fechas de la gira que le traerá a España en noviembre: 8/11 Rocksound, Barcelona; 9/11 La Gramola Orihuela (Alicante); 10/11 Casa de Cultura José Saramago (Albacete); 14/11 Gruta 77 Madrid; 15/11 Los Picos Whisky Bar Liérganes y 16/11 Teatro Principal Orense.

¿Cómo creció la semilla de la música en Rob Tognoni? Creo que tu madre te enseñó a tocar el piano

 Sí, mi madre intentó enseñarme piano, pero no se me daba muy bien, la pasión no estaba allí. Ella también solía cantar mucho en casa y en los salones locales.

Con 12 años me regaló una guitarra y aprendí a tocar viendo un programa semanal de rock en directo que daban en la tele, GTK (Getting To Know). Observaba detenidamente cada movimiento de los músicos, dónde estaban sus dedos en todo momento. En mi adolescencia la música se convirtió en la parte más importante de mi vida.

 Y tu hermana mayor también fue muy importante en tu educación musical

Sí, gracias a mi hermana Carmen comenzó todo el viaje para mí. Ella tenía grabaciones de blues, rock, funk, pop… Aprendí que la buena música es buena música, sin importar el género. Devoré discos de Slade, Grand Funk, Average White Band, Led Zeppelin, BB King y muchos más. Esa música me caló en el corazón y se quedará ahí hasta el día de mi muerte.

 ¿Cómo conociste a Dave Hole y cómo influyó el en tu carrera?

Dave consiguió que pudiera asentarme en Europa. No lo conocía al principio. Vi en televisión que Dave había firmado un contrato discográfico con Alligator Records en los Estados Unidos. Estaba muy emocionado de ver que un australiano había triunfado, se lo merecía. Entonces le escribí una carta, a la dirección del programa de televisión, para felicitarlo. Él recibió la carta y me contestó. Dos años más tarde y por pura frustración, le envié un casete con dos canciones mías grabadas, «The Good Die Young» y «Itty Bitty Mama», junto con la carta que él me había escrito dos años antes. Me llamó y me dijo que iba rumbo a Europa para una gira, que le habían gustado mis canciones y que se las iba a enseñar a la compañía. Lo hizo, me llamaron y obtuve un contrato.

Conocí personalmente a Dave cuando produjo mi primer álbum en 1995, es una persona encantadora. Le debo mucho y seguimos en contacto.

Detrás (y delante) de todo bluesman, hay una gran mujer. Esa fue una de las razones por las que cambiaste Australia por Alemania, ¿verdad? Desde que conociste a Heidi, sacas un álbum cada año ¿Podríamos decir que, afortunadamente, el amor hace que gire el mundo?

¡Te has informado muy bien! Sí, Heidi es mi soporte y seguidora número uno. Ella me anima continuamente. Aprendió a ser Tour Manager y también se encarga del merchandising. Es encantadora. ¡Podría venderle hielo a los esquimales! Y sí, estoy de acuerdo, el amor hace que el mundo gire.

Has compartido el escenario con leyendas como Bo Diddley, Roy Buchanan o ZZ Top entre muchos otros ¿Quién te ha sorprendido más en directo y por qué?

 Roy. Abrí uno de sus últimos shows en Australia y fue absolutamente brillante en el escenario. Cuando lo veías tocar «The Messiah Will Come Again» y «Hey Joe» sentías algo mágico. Era una persona genial. Hablé con él tras el concierto, te prestaba absoluta atención y sus respuestas fueron suaves y silenciosas… Poco después volvió a los Estados Unidos y se suicidó. Nunca lo olvidaré.

Rory Gallagher, B.B. King, AC/DC… ¿Cómo te han influenciado estos músicos?

 Rory Gallagher es una gran influencia, sobretodo desde que lo vi tocar en 1978 en Hobart, Tasmania. AC/DC estaban más cerca y absorbí su música desde la adolescencia. Los vi por primera vez cuando tenía 14 años, entonces no eran megaestrellas, solo tipos normales que tocaban rock & roll, pero tenían algo muy especial. Recuerdo que al final de esa noche, Angus nos dejó pasar al backstage. Me presto un rato su guitarra, estaba bastante gastada, diría que era su SG de principios de los 60.

De BB aprendí esas 3 notas gloriosas, de BB y Albert King, ya sabes. Pero incluso a día de hoy, todavía no puedo obtener ese hermoso tono de una forma correcta. Definitivamente, la magia estaba en sus dedos.

 ¿Qué músicos australianos poco conocidos nos recomiendas?

Kevin Borich. Solía ​​ver a Kev en los pubs locales. Estupendo guitarrista y escritor de canciones. Estaba organizando una gira para él en Europa hace unos años, pero se puso muy enfermo y tuvo que recibir tratamiento, por lo que desafortunadamente no pudo ser. Está mucho mejor ahora, gracias a Dios. En Facebook lo podéis encontrar. Otro tipo notable es Gwyn Ashton, él es un perro callejero, no para de tocar por todo el mundo.

 Y ahora que vives en Alemania, ¿Qué bandas resaltarías?

Les encanta la música, pero realmente no conozco muchas bandas alemanas, a excepción de la Hamburg Blues Band, con el joven Krissy Matthews (de Gran Bretaña) ahora a la guitarra. Krissy es un grandísimo músico.

En noviembre nos visitas ¿Qué espectáculo nos espera?

En España os prometo mucha diversión, vamos a darlo todo en el escenario. Estoy de gira con dos grandes compañeros, Mike Hellier a la batería y Gaz Rackham al bajo. Estoy deseando que llegue noviembre.

Además, puede que pronto seamos vecinos… Heidi y yo estamos pensando vivir en España en 2020.

 

Texto: David Pérez Marín

 

 

 

 

 

David Pérez

 

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