Encuentros

Mike Farris, viviendo una transición

Respeto la decisión de todo artista, no soy quien para dirigir la carrera de todo aquél al que admiro. Uno es libre de saltar cuando le place. ¿Deja por ello de admirar a sus ídolos? ¿Abandona la condición de ‘fan’? Nah, la vida es larga y siempre puede reengancharse cuando lo cree conveniente. Reflexiones que el autor de esta entrevista dispone sobre la mesa y que invitan a animarse a asistir a los conciertos que Mike farris & The Fortunate Few ofrecerán a partir de esta semana en una extensa gira: viernes 5 octubre en Madrid, Sala Changó; sábado 6 octubre en la Coruña, Inn Club; domingo 7 octubre en Gijón, Teatro laboral; lunes 8 de octubre en Valencia, 16 toneladas; miércoles 10 de octubre en Murcia, Teatro circo de Murcia;  viernes 12 de octubre en Bilbao, Kafe Antzokia y sábado 13 de octubre en Calella, Calella Rockfest (Barcelona).Reconozco que no disfruté del último show de Mike Farris en Barcelona, ahora hace poco más de dos años. Tuve la sensación también de que su carrera se estaba estancando, pues la excitación que supuso la reconversión al cristianismo en forma de góspel pasado por el tubo New Orleans en Salvation In Lights, era solo un espejismo, algo del momento. Después The Night The Cumberland Came Alive fue un EP pasatiempo y Shine For All The People me aburrió soberanamente. Los esquemas se repetían de costado a costado y era doloroso ver a alguien con ese talento y esa voz desperdiciando ese momento tan dulce que la vida le había devuelto. Claro, que a él poco debía importarle cuando lograba un premio Grammy y otras tantas nominaciones y en la ceremonia privada para la industria tenía a un lado del escenario a Robert Plant y Levon Helm bailando una de sus canciones. Si eso se lo hubiesen dicho a Mike en 2004, cuando se encontraba en pleno descenso a los infiernos, no lo hubiese creído.

Silver & Stone (Compass Records) le ve recuperando el pulso. Ojo, no estamos hablando de Goodnight Sun precisamente (su obra maestra y absoluta, al margen del material con Screamin’ Cheetah Wheelies), pero se le agradece esa vuelta al sonido desnudo y directo. Es un disco mucho más soul, en el que mira más hacia el interior y la relación de las personas que el festejo por el simple hecho de festejar (fuese a dios, al amor o a lo que sea). Si sirve, además, para traerle de vuelta a nuestros escenarios con un nuevo concepto ̶ sigan leyendo ̶ , Silver & Stone habrá cumplido con un propósito. No es la octava maravilla, pero mantiene el suficiente interés entre las doce canciones que lo conforman para que todo aquél que sintió la voz de Farris como algo único siga disfrutando de ella en 2018. Un momento: la versión de «Hope she’ll be happier» de Bill Withers. Sé que él está en un estado de luz perennemente, pero produce escalofríos cuando se adentra en esa zona de oscuridad y drama. Goodnight Sun de nuevo.

Foto: Sergi Fornols

He oído que sientes este álbum como un paso hacia algo, un escape a la zona de confort en la que te encontrabas. Honestamente, puedo combinar Silver & Stone con cualquiera de tus últimas obras, aunque es cierto que hay algo de crudeza en las nuevas canciones, algo que procede de otra parte de ti mismo. Explícame cual es la intención.

Si conoces mi carrera sabrás que nunca me he excedido en una zona concreta. Me gusta andar de aquí para allá. Ya sabrás que gané un Grammy con mi anterior álbum, por lo que me siento muy feliz, pero me apetecía explorar otras vías musicales. Empecé a mirar la música que me gusta y me di cuenta de que Julie, mi mujer, había estado conmigo en todos los momentos: los buenos y los malos. Así que pensé, «voy a hacer un álbum en el que todas las canciones sean de su agrado». Pensaba en ella y se convirtió en mi inspiración. En cierto modo siempre ha sido mi musa, incluso cuando no la conocía. Estaba ahí, en algún lugar. También hay que añadir que hace un par de años celebramos el veinte aniversario de nuestro casamiento y le regalé un nuevo anillo de casamiento, de ahí el título del álbum: Silver & Stone. Llevo 7 años de sobriedad absoluta. Ella ha estado ahí siempre, para ayudarme no solo en ello sino en mi carrera musical. Así que no encontré mejor inspiración que la chica que me ha ayudado en todos las aspectos de mi vida. Todo se basa en ese anillo, pues es el símbolo de lo que hemos pasado juntos.

Hay algunas versiones, pero no hay una gran diferencia entre el material ajeno y el de tu cosecha. Todo conforma una buena balanza.

Déjame recordar… «Hope She’ll Be Happier» es de Bill Withers. «Are You Lonely For Me Baby?» fue escrita originalmente por Bert Berns, un tipo blanco que estaba metido en el mundo del r&b en los cincuenta. Fue su primer hit y he olvidado quién fue el primer artista en registrar la canción. (Nda: En el pasado la hicieron Al Green y Otis Redding, entre otros). «Let Me Love You Baby» fue la primera canción de Buddy Guy que tuvo notoriedad, de 1956. «I’ll Come Running Back To You», la que cierra el álbum, esa es de Sam Cooke. Si mis canciones suenan bien al lado de todas ellas, me doy por satisfecho.

Éste sutil cambio, ¿lo vamos a notar también en directo? Debo decirte que hubo mucha diversidad de opiniones respecto a la última gira española. ¿Qué podemos esperar en los shows que ofrecerás en octubre? ¿Cómo convencer a quien no conectó con tu última tanda de recitales en España?

No puedo hacer nada excepto ser yo mismo en cada momento de mi vida. Siento si no gusté a un sector de la audiencia, pues yo vi a la gente pasándolo en grande. ¿Qué puedo hacer igualmente? Respecto a los nuevos conciertos, van a ser demostraciones mucho más crudas, muy diferente de lo que veníamos haciendo. Con esto quiero decirte que va a ser algo más cercano al rock de lo que lo fue en los últimos años. Probablemente esto es lo que me va a llevar al siguiente disco, esta será la dirección. Silver & Stone es una transición. Tiene gran parte de lo que soy yo: New Orleans, el sonido soul y blues… Pero en cierto modo me lleva a querer volver a ese sonido que también forma parte de mi vida. Quiero con este álbum que la gente note esa transición. Es el principio de una era, de hacia dónde voy. Cuando presentemos el álbum vamos a recuperar dos o tres canciones de mis últimos discos, pero también vamos a repescar canciones de Screamin’ Cheetah Wheelies. Quiero volver a esa mezcla de rock y blues. En cierto modo es una regresión.

Esa es una noticia estupenda.

Siempre he tenido esa visión, en plan «aquí es donde quiero ir». Hay un camino que recorrer, porque hay algo que demostrar. No quiero plantearme esto como un regreso a mis raíces, ni nada por el estilo. Me apetece volver a tocar rock, llana y simplemente.

Hace dieciséis años, la primera vez que nos vimos, me comentaste que estabas muy entusiasmado con la idea de grabar un álbum de canciones originales junto a los Double Trouble, la banda de Stevie Ray Vaughan. Pasaron los años y nunca te volví a oír hablar de ello.

Porque nunca lo hicimos, lamentablemente. Es algo que se fue al garete. Esos tipos se llevaban muy mal el uno con el otro. Por algún motivo había mucho resentimiento, ¿sabes? Y como puedes imaginar yo estaba pasando por mi propio infierno con las drogas y el alcohol. Fue un autentico desastre. Todo saltó por los aires. Actualmente, Tommy Shannon, el bajista, está teniendo graves problemas de salud. Así que aunque quisiéramos retomarlo no sería posible. Pudo ser algo bueno.

Peaceful Knievel, la banda que formaste junto a Audley Freed (Black Crowes) y Andy Hess (Gov’t Mule y los Crowes también) fue también un proyecto solo de directo. ¿Qué pasó?

¡Esa era una súper banda! Excesivamente creativa, señalo. De nuevo, era una etapa en mi vida en la que estábamos… Bueno, hablaré por mi mismo; yo al menos estaba fuera de mis cabales. Fue muy divertido mientras duró, pero nunca tuvimos la suficiente cohesión como seres humanas para entrar en un estudio de grabación. Una pena. Todos vivíamos en diferentes partes. Un par estábamos en New York, pero uno en el estado y otro en la ciudad, Audley Freed vivía en North Carolina…

¿Sigues viviendo en Nashville?

Explícame porqué la industria se ha mudado allí de forma definitiva. Es como si Los Ángeles y New York hubiesen pasado a mejor vida, no solo en cuanto a ritmo y cantidad de oficinas, sino en estudios de grabación y músicos pululando a su alrededor.

La razón del porqué la industria se ha mudado a Nashville es bien sencilla: es más barato operar aquí que desde New York o Los Ángeles. Los agentes de booking se trasladaron aquí hace un puñado de años porque los impuestos eran menos y esa inmigración coincidió con la caída del imperio del disco. Así que el dinero ahora estaba aquí y esos tipos estaban haciendo el negocio del siglo, pues las ventas de tickets se incrementaban conforme bajaban las ventas del disco. El poco dinero a ganar en la industria discográfica, nada que ver con la contratación de giras, era más rentable operando desde el centro que en costas enfrente la una de la otra, a cuatro mil kilómetros de distancia. Así que todo el mundo se trasladó aquí: los Black Keys, Jack White, The Lumineers, gente como Bob Ezrin… Nashville es todo lo que puedas imaginar: barata, cómoda y la ubicación geográfica es perfecta: ¡El centro del país! Tenemos desde hace un tiempo conexión directa a Londres. Pero principalmente hay una razón de peso: economía. Si Nashville estimase la cantidad de dólares que tasa California la industria habría desaparecido hace tiempo.

Es un tiempo convulso políticamente. La imagen que radia América hacia el resto el mundo desde que entró Donald Trump en la presidencia es decadente, prepotente y desfachatada. ¿Qué opinas tú de todo esto?

Creo que mantengo una opinión y una posición desnaturalizada hacia la política. No miro mucho a la derecha y tampoco a la izquierda. Creo que si te conviertes en hooligan de algún partido, de un modo u otro acabarás insultado por jugar en ese tablero. Todos los partidos tienen el poder de destruirnos moralmente. Recuerdo un debate entre Bernie Sanders y Donald Trump y sentirme excitado ante el duelo por primera vez en mucho tiempo, porque por primera vez reñían dos personas ajenas a la política queriendo dedicarse a ello. Lo encontré emocionante. No me importaba quien ganara, sino el mero hecho de que el sistema también me pertenecía. Quiero decir, podían haber sido otros dos tipos. En cualquier caso, a tu pregunta, creo que el gobierno está representado por las grandes corporaciones. La persona es solo una fachada. Si quisieran podrían cargarse a Trump, pero les gusta que esté ahí. La gente que no vive en América debe entender que esas corporaciones deben tener el poder controlado. No sé si esto responde a tu pregunta.

No realmente. Pero hoy es 4 de julio y…

¡Sí! Estaba haciendo unas compras cuando me has llamado.

Eso quería decirte, que imagino que estabas de celebración.

 

¿Sabes? La música es lo más importante. Es en lo que siempre estaremos de acuerdo tu y yo y cualquiera. Así que dejemos lo otro.

Texto: Sergio Martos

Fotos: Sebastian Smith

Foto directo: Sergi Fornols

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda