El crecimiento artístico del trío holandés es espectacular a todos los niveles. Si sorprendieron a la parroquia cuando debutaron siendo apenas unos adolescentes con Strange Fruits and Undiscovered Plants (2009) es su último álbum, el magnífico Thrust (Mascot, 2018), el que los sitúa en el trono europeo del género.
Unos directos incendiarios, unas canciones bien construidas que dejan claros sus referentes pero dueñas de un halo de vida absolutamente contemporáneo tocadas con una habilidad instrumental fuera de toda duda los están llevando a jugar en las ligas mayores. Y es que pese a que en España todavía tocan en salas pequeñas en el resto de Europa ya llenan recintos de mayor capacidad sin problemas y su nombre está cada vez más arriba en los carteles de los festivales veraniegos.
El compañero Manel Celeiro decía esto del citado último trabajo: “Lo suyo es rock firmemente enraizado en los sesenta y los setenta, con los infaltables aportes de blues y de hard triposo, pero tocado de una frescura insultante y una claridad de planteamientos que los pone a millones de años luz de los meros practicantes del revivalismo per se. En este nuevo álbum, el mejor de su ya amplia discografía —cinco en estudio, un directo y un puñado de sencillos y EPs—, alcanzan unas cotas de finura, cada cosa en su sitio, ni una nota gratuita, ni un solo innecesario, difícilmente superables dentro del estilo. Una grabación muy equilibrada en todos los sentidos que va liberando talento tema tras tema hasta culminar en la canción que pone el cierre, «Outta Step & Ill at Ease», una composición rebosante de alma que encierra en sus seis minutos de duración todo lo bueno que atesoran. Jóvenes prodigios.”
Que no te lo cuenten. Todas las fechas de su gira europea en: https://www.dewolff.nu/#/shows
Foto: Live at The Paradiso, Amsterdam (Creative Commons)
