El bar Nébula es el garito de referencia de rock and roll de Pamplona. No solo se dedican a organizar conciertos, sino que de sus entrañas han salido estupendos grupos (Exnovios, Melenas) que edita su sello, El Nébula Recordings. Además, desde el año pasado se han liado la manta a la cabeza y montan un festival gratuito -alejado de dogmatismos, transversal y abierto dentro de los parámetros rock- en el meollo de la Parte Vieja.
En esta segunda edición del Pim Pam Ville, a los navarros JUÁREZ y JOSEBA B. LENOIR les tocó inaugurar el escenario por la mañana y por la tarde, respectivamente, en un día soleado que contrastó con el tiempo de perros que hizo el año pasado. El primer baño de masas se lo pegaron los japoneses THE NEATBETS, que cumplieron con el guion previsto (riffs a lo Chuck Berry, copia de los primeros Beatles, coros inmaculados) y terminaron por encender al público.
A CÁPSULA, que ya no cuentan con Guantxe a la batería, le vino de perlas que el ambiente estuviera caldeado. Su set fue incendiario y acabaron invocando a Bowie en «Suffragete City». Pero lo mejor aún estaba por llegar: THE ANOMALYS son perfectos para un festival de este tipo. Salvajes, primitivos y deliciosamente guarros (su espigado cantante se tumbó en el suelo para tocar la harmónica), parece un milagro que solo tres personas monten tanto ruido.
Un fichaje estrella de última hora, KING KHAN & BBQ SHOW, redondeó el show. Esta pareja es rock and roll en estado puro, surrealista y adictivo, pero uno se queda con la maravillosa voz de ángel caído del cielo de Mark Sultan. Varios apuntes sobre el resto de los grupos. Los valencianos LA PLATA y las neoyorquinas BOYTOY se viene arriba en directo, crecen y enriquecen su propuesta.
Sonny Smith, alma máter indiscutible de SONNY AND THE SUNSETS, tiene un talento a prueba balas para la música pop, pero se le vio un tanto disperso, desubicado. Por último, con HOLY WAVE solo cabe hacerse una pregunta: ¿por qué no lo están petando en el mundo entero?
Texto: Jon Pagola
Fotos: Ander Iribarren