Hay conciertos que son históricos por muchas razones. Y el que se celebró en la sala Stage Live De Bilbao tuvo su aquel y se recordará por muchas razones. La primera, por ser la única actuación de la mítica banda norteamericana ASHBURY en la península a lo largo de toda su historia. La posibilidad de ver sobre las tablas a los hermanos Davis (Randy a la guitarra y Rob a las voces, además de su acústica) era suficientemente atractiva como para no perderse el directo de un grupo que se formo allá por el lejano 1980. Pero es que la gestación de su concierto tuvo una historia de las de contar. Un grupo de fans se juntó para hacer un Crowfunding personal, aportando una cantidad cada uno (no vamos a decir cuánto, sólo que recuperaron la mitad pero la experiencia se da por buena), convenciendo al grupo que se desviara de su gira (siete fechas) del “Endless Skies Over Europe 2018” y alojando al grupo en casas particulares. Total, que llegaron casi sin instrumentos, tuvieron que usar parte del equipo de The Wizards (hasta Pamplona hubo que ir a por una guitarra acústica determinada) y acabaron ofreciendo un concierto memorable.
Pero antes de ello, ejerció de telonero un grupo que poco tiene de ese status ya. THE WIZARDS es, para el que no los haya podido ver en directo, posiblemente la máquina de rockear más agresiva y afinada de todo el País Vasco y alrededores. A las puertas de sacar su tercer trabajo (“Rise of the serpent”, en este próximo mes de octubre) están apurando el final de la experiencia mística que ha sido crear y girar con su “Full Moon in Scorpio”. Quién los viera en el Resurrection Fest puede dar buena cuenta de ello, sólo por citar uno de los conciertos más multitudinarios y explosivos que han realizado este año. Liderados por la quinta esencia del Ocultismo rockero, Ian Mason, The Wizards descargaron durante 55 minutos gran parte de los temas de la Era del Escorpión ante un público fanáticamente entregado (es lo que tiene la denominada “Wizards Army”) en un show que apostó por una dureza de sonido que puede que nos haga entrever que su nuevo disco será apabullante y visceral. “Avidya” y “Calliope” fueron una exhibición de ambos guitarristas, en una noche de sudor, psicodelia, Heavy Metal de la vieja escuela y Ocultismo. Una versión de Pentagram (“Signo f the Wof”) daba paso a dos himnos de los de cantar con el puño (o el cuchillo del sacrifico) en alto, “Stardust” y “Conjure”, en una actuación que vuelve a dejar claro que los Hechiceros ocupan el trono de Thulsa Doom y no lo piensan dejar. Grupo fundamental.
Y tras ellos llegaban los de Tucson. Encantados y emocionados de estar frente a una audiencia entregadísima (ver corear a gritos las canciones de ASHBURY por parte de fans muy jóvenes es algo que da esperanza…) y que disfrutó al límite los 19 temas (una hora y 44 minutos) de los de Arizona. Desgranaron completamente su obra cumbre, el “Endless Skies”, editado por el lejano 1983. Ojo, que desde entonces sólo han sumado a su discografía tres discos y dos EP´s (y todos en el período comprendido entre 2004-09). Pero el público quería lo mejor y eso tuvo. Comenzando con “The Warning” acometieron con un sonido limpio y más duro que el del disco. Tocaron todas las canciones del mismo, himnos como “Take your Love Away”, “Mistery Man”, “Endless Skies” o “Mad Man”. Estribillos perfectos, grupo feliz y entregado, Randy Davis disfrutando con las seis cuerdas y su hermano no quedándose atrás en un concierto memorable. Sonaron tres versiones de Jethro Tull (todas del mismo disco, “Cross-Eyed Mary”, “Locomotive Breath” y “Aqualung”) y la más que reconocible “Don´t fear the reaper” de los Blue Oyster Cult. Así hasta 19 temas, con una audiencia entregada y emocionada y cinco músicos felices de haber dado el paso de desviarse entre dos fechas en Alemania.
Por cierto, y ya para rematar lo especial de la cita, los organizadores decidieron que con la entrega del justificante de la compra de la entrada por internet, cada persona tuviera de recuerdo una física (como en los viejos tiempos) para guardar en la colección. Y otro detalle: ASHBURY tocó sin Set List. Iban interpretando temas según les apetecía uno u otro. Todo ello maravilloso.
Texto y fotos: Michel Ramone
