Los australianos Even llevaban desde mediados de los 90 lanzando discos bastante interesantes pero casi desconocidos para el gran público. Quizás tener raíces tanto en el rock alternativo como en el power pop les hiciera aparecer difusos y difíciles de encasillar, algo que muchas veces juega en contra aunque debería ser un punto a favor.
En 2011 decidieron tomarse un descanso del que han vuelto con renovadas energías con este Satin Returns. De energía va sobrado el tema que abre el álbum, justamente titulado «The opener», en el que el trío juega todas sus bazas – riffs voluminosos y pegadizos, sección rítmica contundente – para crear un memorable arranque de disco. Una vez declaradas las intenciones desde el inicio, Even empiezan a mostrar sus otras caras, en general apostando más por las melodías y las armonías vocales que por la pegada contundente. En esa línea se desarrollan temas de exquisito atractivo 60s como «Victoria» o «Pretender» junto a otros de sonido más actual. Tras alternar medios tiempos («Indian ocean», «The owl and the ark») con otros más electrizantes («Falling down», «Jet black»), cierran con otra baza ganadora: los casi diez minutos de sorprendente pop progresivo de «Return to Stardust», reconocible homenaje a Pink Floyd.
Texto: Fidel Oltra
