Sigue abriendo puertas y ventanas, encontrando caminos comunes que nos conducen a una nueva y luminosa catarsis. En este EP de cinco canciones se rodea y cede protagonismo a un repoker de almas gemelas, autores transgresores con los que comparte esa libertad creadora que no olvida la tradición popular, y fluye de lo individual a lo colectivo. La obra despierta con «Toda la Fuerza», en la que el quejío eléctrico de El Niño de Elche, entre cuerdas y ecos espectrales, recuerda el poder que tenemos, solos y unidos. Le siguen los susurros de Albert Pla, haciendo orbitar alrededor de su universo cada nota y letra de «La Casa Museo», bajo una creciente instrumentación. En «Tonada Negra», palpita con fuerza el corazón de Coros de Medianoche, con Los Hermanos Cubero elevando los cánticos populares, acompañados de una percusión muy marcada y la guitarra de Enric rasgando el viento. Y si la belleza infinita de la voz de María Arnal —se une Montefusco al final— nos acaricia y araña en «El Baile», al son del acordeón de Xavi Lloses, las cuerdas vocales de Nacho Vegas zigzaguean en la oscuridad, como el fuego último de una vela, en «Contra los Románticos».
DAVID PÉREZ
