Encuentros

Los Widow Makers, pasión por las raíces

La historia de la banda madrileña Los Widow Makers está profundamente ligada a los sonidos de raíz norteamericana. Tan evidente como eso es que su biografía está plagada de cambios en su formación, una continua alternancia que les ha otorgado un paso rico en matices sin dejar en ningún momento de pivotar entorno a la tradición. Su más reciente trabajo, el EP Atrapados en rojo, desarrolla la fotografía actual del grupo, claramente delimitada por los ritmos de cadencia swing y guiada por un espíritu bailable y hedonista. Un decorado que, pese a lo reducido del formato, impulsa al conjunto a mostrarse con resolutiva energía y contagioso espíritu. Sobre esta “nueva” identidad y todas las que han marcado su devenir, hablamos con el integrante clave y aglutinador de este proyecto, Juan Carlos Esteban.

El rojo intenso es quien domina la portada -ademas de su título (Atrapados en rojo)- de vuestro nuevo disco, ¿la pasión es algo imprescindible para que una banda como ésta continúe adelante?

Sin lugar a dudas. Para que tu trabajo sea honesto necesitas pasión. Es lo que puede distinguirte, la actitud. Después de tantos años y claroscuros solo eso te mantiene encima del escenario, es la motivación principal para continuar y sonreír en cada bolo. Por encima de otros intereses, al final es lo que les da ese brillo especial a las bandas que te gustan, independientemente del estilo. Articulas tu vida real entre los conciertos, piensas en música cada día… Solo hay una manera de hacerlo bien, y es obsesionarte con tu trabajo.

Musicalmente, sin atreverme a llamarle conceptual, sí me parece un disco en el que habéis vestido todas vuestras influencias americanas de un ambiente común entre el swing y lo cabaretero. ¿Era una idea predeterminada u os encontrasteis con canciones marcados por ese patrón?

Es el resultado de escuchar mucha música: desde el rock americano y el blues más tradicional al punk-rock. Nos dábamos cuenta de cómo todo lo que hacíamos venía de lo mismo, así que por qué no acercarnos más a esas raíces. El swing se mueve en esas aguas maravillosas donde buenos músicos se aproximan en esencia al concepto más bailable del rock y del pop, y al fin y al cabo siempre hemos sido una banda de rock´n´roll. Teníamos muchos temas de distintos palos, pero este tipo de sonidos no solo funcionaban mejor con el público sino que también con nosotros mismos en el escenario. En los discos anteriores ya había apuntes de ellos, ahora hemos querido volcarnos más.

¿Y por qué el hecho de grabar ahora un EP, con cuatro, más dos, canciones?

Con la nueva formación queríamos hacer una nueva tarjeta de presentación. El formato del viejo vinilo en 10 pulgadas con cuatro temas venía que ni pintado para el “nuevo” sonido, con un aire más retro. Además a los cuatro temas del vinilo sumamos un regalito, dos temas más en el CD que lleva dentro, por hacer un objeto más apetecible. No podíamos seguir como si no hubiese pasado nada, había que presentar a Los Widow Makers de otra forma y que se notara.

Dos temas de regalo antiguos, «Forajido» y «Train», pero tocados en vivo, ¿la elección tuvo que ver con el tipo de canción y que pudiera encajar con el tono del disco o responde a otros motivos?

Grabamos un concierto en el corral de Comedias de Alcalá de Henares que fue muy especial para nosotros. Llenar ese pequeño teatro con tantos siglos de historia, presentar allí los nuevos temas y flipar tantísimo con el lugar, el sonido y el momento, fue lo que nos convenció para utilizar alguno de los temas. Sumar canciones “antiguas” le daba más sentido a la hora de presentar lo nuevo, para no olvidar de dónde veníamos. En estas canciones se escuchan los aplausos y la risa del público, era imposible no ponerlas en alguna parte.

Y además una versión de Tom Waits («Jockey Full of Bourbon»), parece un músico idóneo para meterlo en un trabajo con un tipo de sonido como éste…

 ¡Claro! Nos pareció perfecto. Le habíamos dado muchas vueltas a esa canción años atrás y la teníamos un poco olvidada, pero al meterle unos arreglos de percusión latina y revisarla nos decidimos a grabarla. Nos costó dejar fuera del disco un tema nuestro, pero era perfecta. Nos gusta mucho tocarla en directo. Además está en una película de Jim Jarmusch que nos encanta, “Bajo el peso de la ley”, con ese principio tan alucinante…. Conecta a la perfección con el nuevo aire que le hemos dado a “Los Enviudadores”.

¿Tenéis la sensación de que este EP marca un camino sonoro en el que se mantendrá el grupo o lo veis más como la representación de un instante puntual?

 Hace poco hemos estado viendo temas en el local… y me parece que tendrán ese mismo aire. Flipamos con el ragtime y esos sonidos añejos, abuelos del rock´n´roll, así que estamos muy a gusto haciéndolo. Nos hace sonreír y divertirnos mucho en el escenario, y además esas letras sobre crápulas, cosas perdidas y momentos intensos le van perfectas. Podemos verter más energía con los detalles y pequeños giros de estos estilos más delicados.

Sois un grupo históricamente sujeto a cambios en la formación, ¿esas variaciones traen consigo un constante replanteamiento en el concepto de la banda o por el contrario son las nuevas incorporaciones las que que deben de amoldarse?

Lo que está claro es que Los Widow Makers son lo que son gracias a todos esos cambios y a los músicos que han pasado por la banda. La mejor manera de que un músico dé todo lo que sabe es dejar que sea él mismo, así que la elección de quién se ha sumado en estos años depende de que les haya gustado mucho lo que hacemos y así que aporten cuanto puedan. Nuestros cambios en el estilo se han debido a eso, a gente con muchas ideas que ha aportado lo que más les ha gustado. La línea a seguir la marca ese espíritu. Por la banda pasan banjos, metales, violines, otras voces, pianos… Bajo nuestra manera de entender la música, todo suma y cualquier cosa puede hacerse intentando tener cierta coherencia.

¿Para un grupo de raíces como Los Widow Makers es una necesidad plantearse constantemente el modo de encontrar una peculiaridad o signo identificativo con el que recrear esos sonidos tradicionales?

Yo creo que la peculiaridad, o ese signo de identidad, ha sido la manera con la que abordamos los sonidos tradicionales, sin ningún tipo de prejuicios, lo que es una constante en Los Widow Makers. Siempre ha costado clasificarnos, por eso la etiqueta, aunque seamos poco amigos de etiquetarnos, de “americana music” nos acabó viniendo al pelo al englobar tantas cosas. El sombreo de cowboy hizo que nos catalogaran como country sin ser una banda de country, aunque nos encante y tengamos muchas canciones del estilo. No sé si ahora esto del swing generará otras expectativas que podamos llegar a cumplir… Se trata de hacer un tipo de música que viene de las raíces de la música americana pero destinada a un público con las orejas y las mentes abiertas, y sobretodo con ganas de disfrutar, de bailar, de reírse… Es importante el sentido del humor en el escenario.

Lleváis casi quince años de historia, ¿ha habido muchos cambios en la “escena americana” hecha en nuestras fronteras durante este tiempo?

La verdad es que ni siquiera somos conscientes de que exista esa escena en nuestro país, pero es cierto que el número de bandas que se acercan a estos sonidos parece mayor, o tal vez suenan más. Dentro de la americana hay muchos que se aproximan al rockabilly, o al pop, por ejemplo, y que no son apreciados dentro de ella, pero según nuestro concepto sí pertenecen a ese género. Parece que la etiqueta es más estricta aquí que en la propia tierra natal de estos sonidos, pero al menos la “osadía” de poner en la descripción de tu banda que haces americana es más común. Nosotros, encantados con eso.

Y respecto al público que acude y acudía a ella, ¿notáis algún tipo de evolución?

Pues si te digo la verdad, el público sigue siendo el mismo. Tal vez más numeroso, eso sí. No es que sean las mismas personas, evidentemente, sino que sigue arrimándose gente muy joven a ver estos conciertos y a la vez los más expertos. Cuanto más popular se hace un estilo o escena la variedad de público es mayor. En nuestros conciertos hay mucha gente que nunca ha comprado un disco de estos estilos pero que se divierten porque les gusta lo que hacemos, sin más; también hay otro tipo de público que está buscando esos sonidos de raíces. Unos están delante y otros en la barra, y todos son bienvenidos. Ese cambio de público o su ausencia en los conciertos se debe a los “gurús” que dictan lo que está de moda o no. Funciona así por desgracia tanto en el ancho del pantalón vaquero, en llevar o no calcetines, con la música…

Me ha gustado el término que se cita en la nota de prensa de “eterna gira”, ¿ese modo de vida constante en la carretera os gusta o es por otro lado una necesidad para subsistir hoy en día en el ámbito de la música?

Lo necesitamos. Los parones por cuestiones personales o de la banda nos ponen muy nerviosos, tenemos que repetirnos a menudo que tenemos una vida… pero parar, ¿cómo vamos a parar y por qué? Somos una banda de club, no vivimos de las giras ni planeamos épocas de trabajo o descanso, simplemente tocamos todo lo que podemos. Está claro que estar muy presentes es lo mejor que puedes hacer para que haya interés en escucharte, pero además es vocación pura y dura. La pregunta podría ser, ¿eres músico o haces música? Solo es cuestión de trabajo y más trabajo, pura pasión.

 

Texto: Kepa Arbizu

Fotos directo: David Echevarría

 

 

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