Rutas Inéditas

Feliz cumpleaños, Brian Wilson, recordamos Pet Sounds, su obra maestra

Esta semana ha cumplido 76 años el gran Brian Wilson, uno de los miembros fundadores, vocalista, multinstrumentista y principal compositor y productor de los Beach Boys. Wilson, además, fue el líder del proyecto de un álbum que, junto con el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de los Beatles que fue publicado al año siguiente, cambiarían el pop rock para siempre. Nos referimos al Pet Sounds, de 1966. Celebremos el cumpleaños de Brian Wilson recordando, pues, su obra maestra.

Los Beach Boys se fundaron en California, en 1962, por los tres hermanos Wilson -Dennis, Brian y Carl-, junto con Mike Love, Al Jardin y Bruce Jonhston. Es uno de los grupos pioneros del pop y rocanrol asociado a la cultura del surf, es decir, del surf rock. Así lo certifican los diez primeros álbumes de estudio, que son una oda a las letras sobre el sol, la playa, los amores y las fiestas adolescentes. Se trataba de un pop y un rocanrol sencillo pero innovador en su momento, debido a la confluencia con el toque surf de la guitarra eléctrica, inventado por Dick Dale y The Ventures, y debido a las constantes innovaciones en sus producciones, de la mano de Brian Wilson.

En julio de 1965, sin embargo, Wilson inició la grabación de un trabajo que rompería con el estilo precedente de la banda californiana, y que supondría una nueva perspectiva no sólo para la propia discografía de los Beach Boys, sino también para la música contemporánea en general.

The Wrecking Crew

Sin embargo, la génesis del Pet Sounds merece ser contextualizada. Brian Wilson, que llevaba tiempo perfeccionando su propia técnica de producción, en 1965, se retiró de los escenarios. En principio, y a pesar del rechazo expresado por el resto de los Beach Boys, la razón fue la prioridad de Wilson de centrarse en la producción. En realidad, no obstante, también influyeron los episodios de alucinaciones que sufría debido al consumo de LSD, así como los ataques de angustia y depresión consecuencia de diversos traumas infantiles.

De todos modos, más decisiva fue la publicación, por parte de los cuatro de Liverpool, del Rubber Soul, en 1965. Aquella sucesión de temas que mezclaban la psicodelia con el folk en un pop complejo y cargado iluminó Brian Wilson, que ya había iniciado la grabación del Pet Sounds con el tema «Sloop John B». A partir de ese momento, Wilson se obsesionó en crear, según sus propias palabras, «the biggest rock album ever made«. Así pues, el líder de los Beach Boys se recluyó al estudio durante unos meses para escribir y producir, él solo, la obra maestra de los californianos. En lo que atañe a las letras, no obstante, contó con el apoyo del poeta y publicista Tony Asher.

El Pet Sounds abandona el surf rock de los primeros diez álbumes que hemos descrito anteriormente y genera el llamado pop barroco. En un escenario pop rock y con un aire psicodélico, el trabajo presenta melodías complejas, efectos de sonido ideados por el propio Wilson, armonías vocales aún más difíciles que las empleadas en los álbumes iniciales, y con una clara influencia de la música clásica. También conviene destacar el uso de instrumentos y sonidos que, en el rock, no eran nada habituales, como es el caso de instrumentos de cuerda arábigos, sonidos de animales, de timbre de bicicleta o el repique de una lata con un palo.

El álbum también supone un importante cambio en cuanto a las letras de las canciones. Se deja de lado el surf y las fiestas adolescentes y toma protagonismo la temática amorosa desde un punto de vista mucho más maduro. Aunque el álbum se inicia con el «Wouldn’t it Be Nice», que expresa una cierta esperanza, el oyente, progresivamente, se va sumergiendo en una nostalgia y melancolía que culmina con el «Caroline, No», el último tema del LP. Wilson consigue transmitir esa atmósfera, incluso, con temas puramente instrumentales, como es el caso del «Let s Go Away For Awhile», que pone el vello de punta.

 

Al resto de los Beach Boys, en un inicio, el proyecto de Wilson no les convenció. Una vez lo saborearon entero, sin embargo, aquellos sonidos los dejaron boquiabiertos y accedieron a la publicación del álbum. En un inicio tuvo un éxito discreto, que progresivamente ha ido aumentando hasta ser considerado, a día de hoy, como el álbum más rompedor de la historia del rock, junto con el Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band de los Beatles. El maestro loco e iluminado Brian Wilson, finalmente, tenía razón. De hecho, la revista Rolling Stone, en su famosa lista de los 500 mejores trabajos de la historia de la música, el disco de los cuatro de Liverpool aparece como el primero y, el de los californianos, como el segundo. El debate sigue abierto.

Como también se ha anunciado anteriormente, el álbum también supuso un antes y un después en lo que a la evolución de la discografía de los Beach Boys se refiere. Así, los siete trabajos de estudio siguientes siguen la tónica de pop barroco iniciada por el Pet Sounds, mereciendo una mención especial el Smiley Smile y el Wild Honey, ambos publicados en 1967. Sin embargo, también conviene destacar que estos álbumes posteriores se centran mucho más en la psicodelia, hecho que probablemente va vinculado con el proceso de desgaste mental y personal de Brian Wilson.

El Pet Sounds y su riqueza infinita han colmado ríos y más ríos de tinta. Esto es una discreta y humilde presentación que, hoy más que nunca, tiene el objetivo de recomendar su escucha a los lectores inconscientes que aún no lo hayan experimentado.

God save Brian Wilson

Texto: Ricard Martí Grau

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