El ex líder de Supergrass presenta “World´s Strongest Man”, su tercer disco en solitario, y lo hace con la confianza del compositor que ha logrado quitarse las amarras de su antiguo y exitoso grupo y convencerse de que, a veces, no hay mejor compañía que la de uno mismo.
Normalmente, el tercer álbum es el que ejerce de consolidación. ¿Cuáles son tus sensaciones tras la grabación de este disco?
Me siento muy bien, la verdad. Me he pasado doce meses en el estudio tratando de encontrar nuevas ideas e ir recopilándolas. Han sido unos meses maravillosos en los que he disfrutado y creo que el resultado así lo refleja.
¿Cómo ha influido el éxito de Matador en tu forma de afrontar este proyecto?
Es cierto que Matador me ha aportado mucha confianza en mí mismo y en lo que hago. Me ha permitido ser más decidido a la hora de hacer caso a mi instinto para intentar probar con todo lo que se me pasa por la cabeza y conseguir confiar en mis ideas. Al final mi trabajo consiste en tratar de hacer algo que suene a mí y que refleje mis inquietudes y creo que este disco es bueno precisamente por la decisión de seguir a ese instinto cada vez más reforzado.
Ya que hablas de la confianza ¿Necesita un artista que ha sido líder de un grupo una seguridad extra para tener una carrera como solista?
Sí. Cuando formas parte de una banda y tienes una idea, debes compartirla con el resto. En el caso de un solista todo el peso de ella cae sobre sus hombros, y eso puede ser duro. Aunque si te soy sincero, y puede que suene extraño, me resulta realmente divertida esa sensación de ser creativo y que tanto el trabajo como, sobre todo, el resultado dependa solo de uno mismo.
Este es tu álbum más personal. ¿El hombre más fuerte del mundo es aquel que no tiene miedo a mostrarse vulnerable?
Absolutamente. La fortaleza no tiene que ver con el dinero, la fuerza o el poder. (Piensa) La fortaleza reside en cómo uno se enfrenta a sus miedos en el día a día y aprende a gestionarlos. Creo que en la vida uno debe siempre ser honesto consigo mismo y es lo que yo intento con mis canciones. Esa es la forma en la que yo me muestro vulnerable.
En pleno apogeo del feminismo, el título de tu disco es bastante sugerente. ¿Qué diferencia a la mujer más fuerte del mundo del hombre más fuerte del mundo?
Creo que es bueno que las mujeres estén en lo alto y que estén cambiando las cosas para que eso suceda, ya que los hombres siempre han ocupado esa posición y es necesario cambiar el balance. Tengo dos hijas que crecen y que son muy fuertes. Por tanto, podría decirte que el título del álbum es irónico, una contradicción de lo que pienso en realidad. (Risas)
Para mí no hay mujer u hombre más fuerte, sino el “ser humano más fuerte”. Cuando compuse la canción que da nombre al título, quería que estuvieran presentes mis debilidades desde una visión masculina, como hombre que soy, pero esto no quiere decir que tenga una mentalidad antigua o ajena a los cambios que se están produciendo.
Tras el Brexit, son muchas las nuevas bandas británicas que eligen el punk y otros géneros reivindicativos para hacer ruido y calar en la sociedad. Sin embargo, tú optas por la introspección. ¿Un músico madura cuando escribe para sí mismo y no necesita el beneplácito de los demás para estar satisfecho?
Todos los compositores escriben para que se les escuche y cada uno tiene su forma particular de lograrlo. Yo no soy un compositor político ni quiero serlo. Escribo para todo el mundo. Lo que pretendo es explorar en mis emociones, en las cosas que me gustan y en las que me aterran. Son sentimientos que se encuentran dentro de mí y que intento mostrar a la gente. Son composiciones que puede escucharlas cualquiera, pero es verdad que he adquirido también ese tipo de confianza en la que puedo mostrarme sin miedo a las reacciones ajenas.
Has dicho que el proceso de grabación ha sido como escribir una novela. ¿Esto es una comparación positiva o negativa?
Es positiva. Es una metáfora que se refiere a que las palabras iban saliendo solas. Yo solo me encargaba de editarlas, hacer cambios e ir colocando el orden de las canciones para conformar el álbum. Jamás estructuro desde el principio, solo escribo y escribo. Todo empieza con una frase que se convierte en una estrofa y esta, a su vez, acaba convirtiéndose en una canción. Mi idea es ir construyendo poco a poco hasta que acabo contento con el resultado. Como mi mujer es escritora y sigue el mismo método, tengo la capacidad de afirmar que el proceso ha tenido la misma libertad que se tiene al escribir una novela.
Empezaste tu carrera cuando apenas tenías 15 años, así que no conoces otra cosa que no sea ser músico. ¿Ese miedo a lo desconocido te ayuda a seguir creciendo?
Bueno, es lo que soy y me siento muy afortunado por poder dedicarme a algo que me apasiona. Cuando no estoy componiendo o metido en el estudio o de gira, estoy pensando en el siguiente paso que voy a dar. Esta es la parte que está directamente unida a la música, pero ser músico implica otras muchas cosas que son similares a cualquier otra profesión: tengo una familia, tengo amigos de toda la vida, he hecho nuevos amigos, he perdido a otros… Ahora es cuando veo todo con perspectiva y me doy cuenta de ello, algo que no me sucedía al principio. Cuando tenía veinte años era como un caballo de carreras que solo miraba hacia adelante, sin pararme a observar todo lo que me rodeaba y, ¡joder, el mundo es tan grande que hay que apreciar todas las situaciones paralelas que van sucediendo!
¿Habrías tenido una carrera similar si la comenzaras ahora mismo?
Mmm bueno, si fuera un adolescente y empezara hoy no sé si hubiera logrado tener notoriedad, porque hay mucha música ahora mismo y muchas bandas que tienen la capacidad de que sus temas sean escuchados gracias a Internet. Además, la evolución de la tecnología ha hecho que a la hora de grabar suene todo de forma muy profesional, aunque se trate de una primera maqueta. Alucino con la cantidad de links que recibo a diario de grupos que han compuesto sus primeros temas y que suenan como si hubieran sido grabados en un estudio. Esto me hace pensar en esos tiempos en los que grabábamos caras B y en cómo las maquetas mal grabadas nos permitían experimentar y encontrarnos como artistas. Lo que creo que está matando a la música es la inmediatez con la que trabajan hoy en día tanto las bandas como la industria. Acortan plazos y apenas dejan que una banda crezca y evolucione. Se rigen por el éxito inmediato y por exprimirlo al máximo. Las bandas jóvenes quieren llenar grandes salas con sus primeros trabajos, algo que Supergrass no consiguió hasta su tercer o cuarto álbum. Ahora existen todas esas estadísticas y análisis que miden las reproducciones y las descargas, pero la música no es cuestión de números. ¡Así que se pueden meter todas las estadísticas por el culo!
¿Crees que el nacimiento de Internet, Redes Sociales y la “ausencia de aburrimiento” matan la creatividad y poco a poco, a la música?
No quiero parecer un cabrón anticuado que critica los nuevos tiempos ya que los comprendo, veo cómo funcionan y comparto muchas de las facilidades que las Redes Sociales aportan. Estoy presente en todas ellas, pero eso no quiere decir que vaya a estar subiendo fotos y videos todos los putos días de mi vida. He sacado un álbum en el que expongo cómo me siento y creo que es bastante más descriptivo que lo que puede ser un selfie.
Por último, ¿qué le queda por hacer o decir a Gaz Coombes?
Soy afortunado porque todo me está yendo bien. Quiero seguir haciendo canciones y quiero seguir reinventándome como artista. Fue difícil tomar la decisión de dejar un grupo como Supergrass, pero me veo como un compositor que está en constante movimiento. Me moriría si siguiera tocando los mismos y reconocibles temas año tras año, porque a pesar de que eso llenaría mi bolsillo, no llenaría mi alma.
También puedes escribir una novela, ya que conoces el proceso.
(Risas) Puede ser, quién sabe.
Texto: Borja Morais