Encuentros

Deltonos Vs Schizophrenic Spacers, «la longevidad depende de la ilusión» (HR)

Foto: Iñigo Escalante

El próximo 15 de junio, en la sala Salamandra de L’ Hospitalet de Llobregat, acontecerá uno de los carteles más fogosos de la temporada: los ya legendarios Deltonos y los inventores del Gordo Rock, los incombustibles Schizophrenic Spacers. Dos bandas, a priori, diferentes pero con un nexo común, el del rock real sin tapujos ni concesiones. Como reza en el cartel del evento: Maximum Rock. Los primeros presentan disco homónimo, los segundos el doble It Better Be Good, disco que a la vez ha sido producido por Hendrik Röver en sus Guitartown Studios.

Tal acontecimiento lo teníamos que celebrar con algo especial y hemos decidido hacer un experimento simultáneo con los «líderes» de las dos bandas para que se lanzasen los trastos el uno al otro. El resultado ha sido fastuoso. Pasen y lean. Nos vemos el 15 en Salamandra.

SERGIO MARTOS ENTREVISTA A HENDRIK RÖVER

En primer lugar, pese a las diferencias de carrera de una banda y otra (y creo que no hace falta enumerarlas todas; yo soy un pobre hombre y tú un grande), tanto vos como yo hemos sido los constantes en nuestras respectivas bandas. ¿Crees que es difícil aguantar a un líder que tiene las ideas claras? ¿Alguna vez has logrado colocarte en la posición de tus compañeros de banda?

Jaja, no creo que haya que “aguantar” nada. Yo creo que es una suerte si alguien en una banda tiene las ideas claras y marca una dirección. En ningún caso eso lo hace infalible, faltaría más, pero siempre provee al menos de un armazón como protección básica. Si lo que te gusta es tocar, aportar tu parte de tinte al barniz y puedes saltarte el extenuante trabajo 24/7 de darle vueltas continuamente a todo lo demás y disfrutar de la parte positiva, ¿quién puede rechazar eso? A mí me encanta colaborar con amigos afines siempre que tengo ocasión porque por un momento puedo disfrutar de la libertad y falta de presión de no jugármela, lo cual nunca querrá decir ponerle menos interés…

Tenemos otra cosa en común: la sinceridad. Últimamente se tiende a masajear al de enfrente, sobre todo cuando hablamos de la música de un conocido. Sé que no eres esa clase de persona, pero en cierto modo, el decir la verdad, ¿crees que te enclaustra en un gueto? Ya sabes, «aquí anda el cenizo con su amargura».

Creo (y lo sabes, jaja) que se critica demasiado poco en este gremio. Nadie se moja y al que lo hace lo primero que se le acusa es de envidia. Preferimos vivir en una falsa paz que echar un poco de picante al estofado. A nadie le gusta una crítica mala, a mí el primero, pero no hay que olvidar que no somos infalibles y podemos equivocarnos y/o cagarla cada vez que abrimos la boca. Lo ideal es que eso supusiera un reto, levantar la vista del ombligo y después de releer lo que acabas de escribir quizás darte cuenta de que esa hoja debiera ir a la papelera. Al final es una opinión subjetiva y de gusto personal pero me irrita que se ensalcen cosas que (desde mi subjetiva y sesgada opinión) son positivamente una mierda. Por eso este país está lleno de supervivientes que con una carencia casi absoluta de facultades han sobrevivido y no en la indigencia precisamente.

Foto: Cecilia Bruned

Hablando de masajear, dime algo bonito. Quiero que sepas que aunque os amo, voy a hacer lo posible por destrozaros en el escenario. La rivalidad es una motivación. Aquí es donde tú estás pensando, «¿qué rivalidad?».

Que va, me parece el enfoque correcto. Siempre es un extra de motivación tocar con alguien con el que te van a comparar sónicamente a las 10 minutos. Más amor propio de ese tenía que haber…y que sepas que tocar con un grupo denso y enérgico como los Spacers es un reto además de una alegría.

Aunque el resultado sea diferente, el fondo es parecido y disfruto mucho hablando contigo de música. Ya sabes: NRBQ, las producciones de Ted Templeman, Yardbirds… ¿Ser fan ante todo es algo común entre los músicos cuando se llevan más de 30 años como profesional? Tengo la sensación de que no, pero…

Noto entre muchos de mis conocidos un cierto hartazgo. Cada vez escucho más la frase “nada va a mejorar a los clásicos”. Para mí, estar al día, investigar, descubrir esa “canción imposible de olvidar “ mientras intento escribir la mía propia es básico. Quizás sea más importante para un autor pero nunca habrá estímulos suficientes y aunque la acumulación de bagaje hace que descubrir nuevas joyas parezca imposible a veces es extremadamente reconfortante cuando sucede.

Era un niño cuando empecé a seguir a Los Deltonos y ahora vamos a compartir escenario. ¿Porqué me sigue sorprendiendo tu forma de tocar la guitarra después de tantos años? Dime algún secreto. ¿¡Cómo coño se hace!?

Intento afrontar cada concierto como si fuera el único o el último. Respeto muchísimo a la gente que ha venido a escucharnos y más si ha pagado una entrada e intento hacer siempre lo mejor que puedo. Es lo único que se me ocurre…

Esa longevidad… Las bandas suelen tener baches, pero vuestros fans más acérrimos siguen disfrutando de cada uno de vuestros discos. Luego están los que se quedaron anclados en el meat and potatoes bluesero. ¿Dónde está el equilibrio? ¿En qué lado de la balanza debería quedar Hendrik Röver?

El equilibrio está en el presente. Lo que se oye en Los Deltonos del 18 es el mejor ajuste de los ingredientes en nuestra personal receta. ¡Y seguimos puliéndola ! El reto es que ningún disco sea como el anterior… H R en solitario acompaño y observo y en cierta forma es un poco laboratorio de pruebas. Hay un montón de proyectos para el futuro más o menos inmediato.

La longevidad depende única y exclusivamente de la ilusión.

¿Hay algún tipo de show que te haga perder los estribos antes de subir al escenario?

Nope. Voy a aprovechar mis minutos como cualquier otro y si estoy ahí es por algo. Voy a intentar “destrozar a los demás en el escenario” (¿Dónde he oído eso?). Además hemos aprendido a no desconcentrarnos con fruslerías como los monitores. Te sabes la canción, ¿no? Pues ¡calla la boca y toca!

Has producido infinidad de bandas en los últimos años, pero hay un sello distintivo en tu trabajo. Se llega al momento en el que un disco salido de los Guitartown studios va a ser sinónimo de calidad. La calle habla. ¿Donde encontraste ese punto en el que un músico debe diferenciar entre lo que él hace y lo que oye tras la pecera? ¿Qué esperas o qué pueden esperar de ti quienes se desplazan hasta Cantabria?

Sobre todo que al ser músico también puedo ponerme en su sitio en cualquier momento y voy a intentar que la grabación se desarrolle en un ambiente propicio como también lo intentaría para mí. Insisto mucho en que no me considero más que un “fotógrafo” de momentos musicales y prefiero fotos “felices”, jaja…

Lo que pueden esperar es que a poco que conecte con las canciones (y raramente no es el caso) las trataré con el mismo interés que lo haría si fueran mías propias.

Seguro que lo he mencionado en alguna ocasión pero adoro el concepto “cantautor con canciones viene sin prejuicios a grabar con los músicos habituales de GuitarTown, Los Míticos Gts, Javi Arias, etc…” Fame style !!

¿Algo de lo que arrepentirse en estos 30 años? Vamos, haz catarsis y dime algo que me haga pensar. Por cierto, muchos fans esperan una reedición de GT. Solo lo comento. (jeje)

Quizás un exceso de conformismo en el pasado con cierta gente del entorno que pese a ser más o menos tóxicos se beneficiaron del efecto “mal menor”, pero nada irreparable. A la vista está la impresionante Salud! de Los Deltonos.

Para rematar, debo decir que me sentí decepcionado cuando me dijiste que tus letras eran historias ficticias basadas en ideas y tallos de aquí y allá. Decepcionado es una palabra subjetiva, obviamente. Pero tio, !!!realmente deseaba que te hubieses acostado con una chica de 420 libras!!! Bromeaba, me encanta tu uso del castellano, pues es poco común y repites pocas palabras. En cierto modo eres el Chuck Berry de aquí, pues las silabas están llenas de melodía pero sin redundar. ¿De dónde carajos salió lo de «el escollo de la irrelevancia»? La hostia, no sé si prefiero no saberlo.

No me cansaré de repetir que el castellano es un reto fantástico a la hora de expresarse en el limitado espacio de unas cuantas rimas. Un vocabulario extensísimo y unas estupendas reglas gramaticales (la acentuación existe y es obligatoriaaaa…) convierten cada canción en una ecuación/enigma que resolver.

Luego está el reto de inventarse personajes y escribirles su propio “corto”…

¡¡Los desafíos me desafían !!

Foto: Cristian Bertolo

HENDRIK RÖVER ENTREVISTA A SERGIO MARTOS

Así , para empezar, una fuerza de la naturaleza, ¿se nace o se hace? ¿Siempre has sido ese reactor nuclear en el punto de ebullición o eras un chaval tranquilo hasta que el Rock te transformó? ¿De dónde te vino ese amor por el rock?

Bien, no recuerdo un solo día en mi vida en el que no sonase una canción, un riff o una melodía. Mi padre era músico y por casa pasaban tanto compañeros del oficio como melomanos. Cuatro de mis tios eran melomanos y traían las novedades más calientes a casa. Así que en cierto modo nací con ello. Alberto, nuestro guitarra, acaba de ser padre y hablamos todo el tiempo de la necesidad de que haya música siempre en casa para que a ese niño se le acostumbre el oído. Otra cosa será lo que él elija cuando traze su propio camino. Pero por ello, el oír música a todas horas, asímilé muy pronto tanto a Frank Zappa como a Johnny Cash como a Judas Priest.

Subí a un escenario por primera vez con cuatro años. ¡¡«Highway to hell»!! Entendí que para motivar al público debía dar todo lo que habitase en mi ser. Así que en cierto modo hay cosas con las que uno nace. Van en el adn.

Sé que soy un pesado monotemático pero no puedo resistirme a preguntar: El rock «spaceriano» es posible en castellano?

Totalmente. No es tanto como te expreses sino las maneras con las que dirijas la música. Os escucho a vosotros, a Northagirres, a Bourbon, los viejos discos de Lone Star y Miguel Rios, y pienso: «um, no hay nada castizo en lo que estos tipos exponen». Porque reconozcámoslo, hubo una época en la que el rock en castellano tenía no uno si no varios estigmas: en la forma en que funcionaba la base ritmica, los riffs, el sonido de guitarras… Todavía hoy si escucho un tema en la radio de ciertas bandas, digo: «Ahí está, la clásica banda cutre de rock hispana». Sin ser el más claro ejemplo, un exponente actual serían Los Zigarros. Todo lo que no me gusta mal digerido.

El Alice Cooper. A estas alturas sabes que soy ultra pragmático y cero mitómano. Me asombra tu devoción por este hombre. Reconozco que sólo tenía School´s Out y bueno… correcto. Me ví el docu del Mensch. Hace unos meses me encontré Lace & Whiskey y no fuí capaz de escucharlo entero. Cierto es que no soy nada de teatralidades ni parafernalia escénica. ¿Qué me he perdido? Dónde reside su magnetismo ? (Au! Ya no me vas a regalar el libro, jaja…)

A ver, ¿cómo carajos le explico yo a un alemán la grandeza de Alice Cooper cuando utiliza algo tan banal como «correcto» para describir sus sensaciones sobre School’s Out? (ja) Mira, él tiene todo lo que me gusta del rock: el peligro, la imaginación, la satira en los textos y sobre todo, la virtud de reinventarse a sí mismo cada cierto tiempo. Aunque quizás lo que más me atrae es el coctel sonoro, esa variedad de registros que atesora un mismo álbum, llamese Welcome To My Nightmare, Billion Dollar Babies o Paranormal. Es algo que los Beatles hacían constantemente en sus discos a partír de Rubber Soul. También Zappa o Todd Rundgren. La peculiaridad de Alice en la voz, capaz de convertirse en diferentes personajes a lo largo de un álbum, lo hace más excitante si cabe.

¿Verdadero o falso ? Varias personas con antecedentes rockeros a los que les he puesto «Exhausted» me han dicho que si era David Lee Roth. Por cierto, ¿eso sería bueno o malo?

Eso es maravilloso. Roth es capaz de hacer feliz a la gente solo con un alarido. Si soy capaz de conseguir un cinco por ciento de ese magnetismo ya me doy por satisfecho.

Foto: Cristian Bartolo

Tú es que eres un chaval y lo mismo te pilló en el colegio pero sí, hijo, Barcelona era una ciudad muy rockera. ¿Qué pasó? ¿Qué diablos pasó? ¿Echaron algo en el agua? ¿Hubo un programa secreto de reeducación a favor del Rock NoRadical Catalán que tuvo efectos secundarios como que la ciudad se tiñó de verde? ¿Cual es tu visión?

Es realmente algo triste y sujeto a ir a peor. Barcelona tiene ese aura a lo Paris, en el que como ciudad debe estar siempre en lo mas alto de la vanguardia. Y eso, en cierto modo, relega al rock a las cloacas. Hubo un tiempo en que ser de esta ciudad era un orgullo. Hace tiempo que no me identifico con ella, ni con sus gentes ni con lo que proyecta. Estamos perdiendo la pureza, la identidad, el contacto con el pasado, la amabilidad clásica del barcelonés de poble sec o sants. Aquí sucedía todo cuando Madrid seguía anclada en el folclore. Quiero decir, en los setenta Barcelona fue la primera ciudad española en albergar grandes conciertos de Rock, quizás por su proximidad con Francia, quizás por esa obsesión de ir a la última. Pero lo que es innegable es que aquí sucedían cosas, solo has de mirar a la prensa de la época: Popular 1, Star, Vibraciones… Luego aparecieron Ruta 66 y Rock Espezial. En cualquier caso, el rock ha sido relegado a la serie B y los que todavía andamos en ello tenemos la sensación de vivir en un reducto.

«Las bandas están haciendo un buen trabajo». No puedo estar más de acuerdo con esa afirmación tuya. Entonces? Por qué ha perdido el rock ese punto de atracción entre la chavalada? Porque ya no es incorrecto ni rebelde? Porque en una pantalla de 4″ ni se intuye de lejos la satisfacción que genera?

 Recuerdo un chaval que tenía unos 17 años entonces. Acababan de re estrenar en cines El exorcista y le recomendé que fuese a pasar miedo; de paso veía una película clásica. Al cabo de unos dias me dijo que había ido y que se lo había pasado de miedo, pero no por el horror que desprende el film sino por las risas que se pegó. ¿Sabes? Ahí hay una obvia diferencia. Porque cuando yo ví esa película por primera vez me fascinó la relación entre el bien y el mal; esa forma abrupta con la que le arrebatan la infancia a una niña tan joven, algo así como que te llegue la regla cuando tienes diez años. Se ha perdido la magia por la incesante galopancia de información y lo que una vez fue nuevo es totalmente viejo ahora. Yo no creo que el rock tradicional sea capaz de captar nuevos adeptos. Lo que me preocupa es que los feligreses sean los que se están meando y cagando en lo que definió su línea como ser. Levanta el culo, pega un grito y acude a la tienda de discos más cercana.

¿No crees que a veces nuestro amor por el oficio y el respeto por la creación musical confunden nuestra percepción de la cutre realidad que nos rodea y queremos ver brotes verdes en una extensión de hormigón ?

 No, ¿por qué? Siempre pienso que el mundo puede ser mejor. Creo que estamos capacitados para hacer felices a las personas con nuestra música, algunos más que otros. ¿Donde reside el problema en creer? La realidad es mediocre, más que hace 20 años, pero mira, entre todos algo estaremos haciendo mal, pues somos participes. La vida son dinamicas. Hay que cambiarlas.

Aparte de las cuestiones musicales, alguna afición desconocida? Filatelia, columbofilia, escalada de alta montaña…

Ouch! Como estilo cerdo. ¿Vale como afición? Ahh, y el agua. Me encanta zambullirme y aguantar hasta que mi piel se reblandece. Pero, creo que no te valen como ejemplos.

Una pregunta empapada en bilis. ¿Veremos el día en que se cambie la hora de un partido de fútbol porque hay un concierto «importante»?

No creo que tu y yo lo veamos. Es curioso, ni un golpe de estado, ni un movimiento sismico, ni un apagón… No, nuestro mayor enemigo es que te coloquen un partido mínimamente interesante a la hora del bolo. ¿Cómo dos mundos tan opuestos pueden entorpecerse tan alegremente? Y ojo, me gusta el futbol, no soy un anti radical. Pero leñe, antes me cortaría un dedo del pie que perderme un concierto relevante en mi vida por quedarme en casa viendo un partido. ¡Glen Buxton no entendería una mierda! ¿Ves ahora por qué amo a Alice Cooper?

Alguna cosa que escuchases muchísimo en algún momento y que ya no soportas. Un ejemplo, yo a los 17 era fanísimo de Led Zeppelin y ahora literalmente no soporto a Ropert Plant y sus grititos…

Obviamente, pero son cosas que escuchaba con 7 u 8 años. De todos modos, soy de los que piensa que no hay que desprenderse de ni un solo disco de la colección. Ya sabes, lo que era viejo ahora es nuevo. Y viceversa. Te pongo un ejemplo, tuvieron que pasar casi 20 años hasta que volví a disfrutar de Soundgarden, Screaming Trees y la mayoría de bandas de esa parte de los noventa. Las viví tan a fondo que acabé exhausto. Viví el auge y la decadencia de la mayoría de esas bandas, así que acabé por aborrecer sus discos y a sus fans. Pero el paso del tiempo es el mayor equilibrio. El problema es escribir sobre ello, ahí quedas retratado como un mamarracho. La inmediatez del momento… Anda ya.

 

 

 

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