De casta le viene al galgo. O, al menos, es muy habitual encontrarnos en el mundo del country-rock artistas cuyo pasado familiar ha marcado su elección. Andrew Sheppard es uno de ellos.
Nacido en Hailey, Idaho, su madre era una habitual de bandas de rock y blues de la zona y Sheppard pasó su infancia entre conciertos y ensayos, por lo que no es raro que con 19 años cogiera una guitarra y empezara a componer canciones y a montar grupos. Ahora, con veintinueve años, acaba de publicar su segundo disco, Steady Your Claim, que llegaba a las tiendas el pasado 23 de marzo.
Sheppard decidió probar otros ambientes cuando abandonó el instituto y se dirigió a Los Ángeles para dedicarse a hacer skateboard, su otra gran afición. Aunque una grave lesión en su rodilla le hizo volver al redil de la música. Tras formar The Gypsy River Haunts, se mantuvo en la banda hasta 2012, momento en que decide dedicarse simplemente a ir vagando por todo Estados Unidos con su perro, en su propio coche, tocando allí donde le dejaran. Al regresar a Idaho, pasa por Los Ángeles para grabar su primer trabajo, Far From Here, en 2015. Tras su publicación comparte escenario con Scott H. Biram, Ray Wylie Hubbard o The Black Lillies, e inicia una gira a dúo con su amigo Jeff Crosby.
Grabado en el Ivy Hall Studios de Loomis, en Nashville, Steady Your Claim ha sido producido por el propio Sheppard, Eric Loomis y Wes Easworth. El disco muestra todo ese bagaje que el músico ha adquirido en estos diez años de carrera y que le hacen poder combinar a la perfección simples canciones de amor con protesta social. «Cada espectáculo, cada gira y cada álbum me proporcionan una nueva visión y una nueva forma de ver la vida. Me ayudan a crecer como persona y artista, y quiero ver a dónde me lleva eso para el resto de mi vida «.
Eduardo Izquierdo
