Iniciaba mi reseña del último disco del suizo haciendo hincapié en la escasa tradición rockera de su país natal. Puede que no sea la meca del rock pero Reto Burrell y su chicos dinamitaron esa apreciación con el excelente concierto ofrecido en la sala de Poble Nou ante la friolera de quince (¡15!) personas.
Y allí, en ese desolado y yermo terreno de un club prácticamente vacío, donde otras bandas se hubieran rendido ellos sacaron tablas, oficio y actitud ganadora para empezar el concierto arriba del todo y no bajar de ese estado hasta el final de la hora y media que estuvieron en escena, ganándose al personal presente desde el primer acorde con un sonido impecable, una banda engrasada (mención para Ewald Heusser y su trabajo a las seis cuerdas), una simpatía arrebatadora (Burrell se mostró hábil en el diálogo y dotado de buen sentido del humor) y un puñado de canciones que hablan maravillas de su talento como compositor.
Guitarras punzantes y estribillos pegajosos riegan composiciones que fusionan al cincuenta por ciento el rock norteamericano de estadio, genial su broma sobre Springsteen y sus coros multitudinarios, con una exquisita sensibilidad melódica. Los temas incluidos en su postrer trabajo formaron la columna vertebral del recital, «Rising to the Bait», «On Top of the Moon», «Where is Robin Hood?», «Tell Me Why?» (una pequeña maravilla pop), «Shampoo & Gasoline», alternándolas con visitas al resto de su repertorio (ojo, ¡lleva editados once álbumes!) en vibrantes interpretaciones de composiciones pretéritas, por ejemplo «Ticket to Fly», «Lucky Charm» o «Dancing To The Rhythm of Rain», antes de acudir a cancionero ajeno, «You Wreck Me» aparecida en el Wildflowers de Tom Petty y la exquisita «16 Days» del Strangers Almanac de Whiskeytown, para satisfacer a un público que exigió los bises con una algarabía que multiplicaba su número.
Como me comentó un veterano asistente a conciertos al finalizar la velada, “Rocksound debería estar lleno hoy para ver a este tipo, pero no importa, ellos se lo pierden”. Si aceptan mi consejo les diré que si hay una próxima vez no se queden en casa. De verdad.
Manel Celeiro
Foto: Frank Domenech
