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Micah P. Hinson – Sala But, Madrid

Era la segunda vez en menos de un año que nos visitaba y lo hacía en formato acústico, acompañado tan solo de una guitarra con una caja llena de mensajes a lo Woody Guthrie, a la que le sobraban dos palmos de cuerdas más allá de cada clavija.

Tras su aparente debilidad física, que sigue manteniendo desde que le conociéramos hace más de una década, se esconde un tipo que ha evolucionado en lo personal y que ha sabido proyectar en sus composiciones el paso por diferentes etapas vitales. En la misma noche en que una banda de moda llenaba un estadio con miles de personas, Mr. Hinson se rodeaba de no más de doscientos freaks en una sala repleta de sillas de plástico. No pareció importarle en absoluto y nos contó hazañas recientes, como la vergüenza que siente por vivir en estos tiempos convulsos en EE.UU.

También compartió con la audiencia lo orgulloso que está de sus paisanos del norte de Texas, donde vive con su esposa y prole, que cuidan a las personas sin esperar nada a cambio. Relató cómo se inspiró para componer «Oh, Spaceman», que interpretó deliciosamente. Narró las incomodidades de su anterior vida de soltero y lo inseguro que se encontraba con un amor romano (antes de caer en brazos de su mujer, por supuesto). Sonaron más temas de su último trabajo, «Lover’s Lane» o «The holy Strangers», pero también hubo tiempo para viejos clásicos como «I keep Having These Dreams». En fin, fue otra noche de introspección, perfecta para una de las primeras noches de esta primavera que creímos que nunca llegaría.

Texto y foto: Pepe Maza

 

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