En palabras de Monk: Eddie Van Halen, un chico introspectivo con cierta dulzura en su carácter, pero solo capacitado para tocar la guitarra y salir al escenario. David Lee Roth, un egomaníaco despiadado con un talento descomunal para dirigir la banda, el líder absoluto. Michael Anthony, un gran chico pero un pelele a fin de cuentas, al que no pareció importarle que sus tres compañeros de banda le rebajaran hasta relegarle a ser poco más que un músico a sueldo. Alex Van Halen, un alcohólico descontrolado, manipulador y miserable en la mayoría de sus virtudes. Y ¿quién es Noel E. Monk? Monk fue mánager de Van Halen desde finales de 1978 hasta la disolución de la banda clásica en 1985. Bueno, mánager con ciertas desavenencias en el desarrollo de su oficio, pues Monk nunca consiguió tener un contrato indefinido con el cuarteto, renovando el mismo cada tres meses y en función a lo que la banda le pedía o le imponía a modo de meta. Muchas veces consuelo para cada uno de ellos, otras un simple machaca, Monk fue despedido cuando la banda se estaba desquebrajando a pedazos y nadie esperaba que fuese a dar el siguiente paso hacia la conquista mundial (como así fue): se acabó para banda y mánager cuando 1984 despuntaba por ser el álbum más famoso de su era junto al Thriller de Jacko. Idiotas todos.
SERGIO MARTOS
