Avatar
El shock rock tiene siempre un un espacio en el corazón del heavy metal. Entre King Diamond i Ghost deberíamos situar a los suecos Avatar. Una banda que quiere desprenderse del sanbenito de ser relleno de festivales o efectivos teloneros para ofreciendo su primera gira por nuestro país como cabezas de cartel.
Ya se sabe que un domingo no es el mejor día para un concierto y menos en una sala como Bikini situada en un centro comercial, quizás por ello el lleno no fue el deseado. A pesar de todo el grupo vino cargado con su artillería más pesada, con una producción propia de una sala de más aforo, decorando toda la sala con bombillas de colores y hasta el puesto de merchandising merecía una visita por su espectacularidad. Los suecos fueron a fuego a defender su último disco, Avatar Country, una obra conceptual con sus virtudes y sus defectos.
El show se con el guitarrista Jonas «Kungen» Jarlsby asumiendo el papel del rey sentado en su trono mientras el cantante Johannes Eckerström, con su maquillaje a lo Jocker, mostrando morbosa pleitesía a un reino de fantasía y oscuridad. Divertidos, efectivos y teatrales ofrecieron un show sin mácula alguna en lo escénico. Quizás musicalmente cayeron en unas ocasiones en la grandilocuencia y la necesaria épica oscura del death melódico mientras que en otras en un sonido metálico que en su momento ya superaron Manowar o Judas Priest, aunque supieron ajustar el resultado ante un público muy joven y convencido de antemano.
Hellzazoppin
Más sorprendentes fueron los teloneros. Por una parte el cantautor multinstrumentista sueco Old Kerry McKee ofreciendo una lectura del mejor Dylan en tono lúgrube; y por otra parte el extravagante espectáculo de Hellzapoppin, todo un circo freak con tragasables, energúmenos metiéndose objetos en todos los agujeros posibles del cuerpo, enanos escapistas, mujeres barbudas y un personaje sin piernas i con pinta de Lemmy llamado Short E. Dangerously. Todo en la más pura tradición freak del mítico The Jim Rose Circus.
Texto y fotos: Xavi Mercadé