Encuentros

Gaf y la Estrella de la Muerte, «el aislamiento (Canarias) permite encontrar un sonido más personal»

Los canarios GAF forman, más que un grupo al uso, una especie de colectivo musical experimental que va evolucionando y adaptándose a las circunstancias, siempre sin otro objetivo fijo en el horizonte que continuar con esa evolución sin ponerse metas ni límites. Con continuos cambios en la formación, e incluso de nombre, bajo la etiqueta GAF confluyen, en realidad, varios proyectos distintos en el tiempo, con distintos miembros y practicando distintos estilos en función de las inquietudes de sus componentes en cada momento. Todo ello, unido al hecho de que vivan en las Islas Canarias, hace complicado seguir su pista y les envuelve en una especie de halo misterioso que podría acabar convirtiéndoles en un grupo de culto. Aprovechando el lanzamiento de su nuevo álbum, Gamma Bay (Foehn Records, 2018) hemos hablado con ellos para intentar conocer algo más de ese nebuloso y escurridizo proyecto llamado GAF.

GAF y La Estrella de la Muerte es un grupo mutante y escurridizo. De hecho creo que habéis cambiado de nombre más de una vez. ¿Podemos remontarnos a vuestros inicios y saber cómo arranca el proyecto?

Se ha cambiado unas cuantas veces el nombre, pero siempre en función de la propuesta que se plantea. Gaf nació como un laboratorio sonoro con la idea de grabar y experimentar libremente con sonoridades y sensaciones, sin ningún tipo de limitaciones ni objetivos muy definidos. Siempre nos ha gustado la idea de expandirnos horizontalmente y no verticalmente; es decir, preferimos dejarnos influenciar por los elementos ajenos a lo que hacemos en cada momento en vez de anclarnos y rotar siempre sobre el mismo patrón, formato o estilo. Hay tantos tipos de música, recursos y sonoridades increíbles que simplemente nos parece difícil obviarlos. Cada instrumento, sonoridad o músico nuevo que entra nos abre nuevos horizontes y nos hace ver la música que hacemos de un modo distinto, lo que nos parece muy refrescante, inspirador y hasta sanador.

En su origen, a finales de los 90s, Gaf se planteó como una especie de vía de escape a lo que estábamos haciendo en los proyectos que teníamos por aquel entonces, y realmente hasta día de hoy cada formación y hasta cada disco ha sido como un comienzo nuevo y una vía de escape con respecto a lo anterior, no como un rechazo a lo que se ha hecho sino más bien como una necesidad de ir más allá y ver lo que pasa. Hasta el momento, y a partir de 2008, el año cuando Gaf empieza a funcionar como una banda, se han editado álbumes bajo cuatro formatos distintos; Gaf que es más free style y formato reducido, Gaf & The Love Supreme Arkestra que se inclina hacia el prog-jazz incorporando saxo e instrumentos de vientos varios, Gaf y La Estrella de la Muerte, formato con el que ya vamos por el tercer disco, y finalmente Afg-an, la cara más ambient y ruidista, con un álbum que se editó con el sello Antenna Records de Stephen Lawrie de The Telescopes que además colabora en unos cuantos temas. Todos los proyectos son distintos en el planteamiento y las sensaciones que querían transmitir. A ver lo que nos depara el futuro.

Desde hace tres discos parece que la formación, con seis miembros y el nombre actual, se ha consolidado, ¿cierto?

Sí, llevamos desde 2010 con este formato (aunque con algunos cambios desde la formación original) y ya tres discos, pero seguimos experimentando con otros formatos como Afg-an, Gaf e incluso tenemos un segundo disco de Gaf & The Love Supreme Arkestra grabado, pero no encontramos el momento de rematar la mezcla y publicarlo. Ya se verá. Pero sí, Gaf y la Estrella de la Muerte es el formato más consolidado y más rodado sin duda. Ahora estamos todos ubicados en la isla y además hay muy buenas vibraciones entre nosotros, por lo que todo el trabajo se hace bastante ameno.

Publicáis estos días vuestro nuevo álbum, Gamma Bay (Foehn Records, 2018), cuando se cumplen cinco años de vuestro anterior trabajo. ¿Por qué tan larga espera?

Cinco años es mucho tiempo y la verdad es que nos hubiese gustado sacarlo antes, pero lo cierto es que en todo ese tiempo no paramos prácticamente ni un momento. Sunriser lo sacamos en septiembre de 2013 y los dos siguientes años no paramos de girar. Luego Carol fue madre y dejamos de ensayar un tiempo aunque seguimos trabajando en el disco. Algo que, por otra parte, fue todo un reto ya que en este álbum hemos cambiado de tercio radicalmente tanto en la forma de tocar como en las propias composiciones, y tardamos algo en adaptarnos a las nuevas circunstancias.

Ya no tocamos sentados, yo no canto en este disco pero la voz (de Carol) es más presente, melódica, y queríamos pues que fuera todo femenino. No usamos los samplers para los ritmos por lo que Carol también tuvo que currarse todas las baterías y los temas son mucho más cortos pero más intensos, oscuros y progresivos en general. Diría incluso que algunos temas del disco tienen más variaciones que todos los temas anteriores de Gaf y La Estrella de la Muerte juntos. Fue como empezar de cero realmente. Luego también está la agenda del sello.

En Gamma Bay hay, como siempre, contrastes entre la luz y la oscuridad, el ruido y la melodía. Abre el disco «What if», casi un tema de noise rock, para seguir con «Andromeda», una pieza más luminosa y accesible. ¿Es ese contraste intencionado, incluso puede que una de vuestras señas de identidad?

Nos encantan los contrastes ya que creemos que aportan el dinamismo y mantienen al oyente atento, pues hay variaciones y se rompe la monotonía en los registros. Nos gusta la idea de que el oyente no se acomode demasiado, que no pueda predecir lo que va después, que no se espere nada en concreto y que se deje llevar por las fluctuaciones sonoras. Nos gusta ver nuestros discos como algo orgánico, como un viaje compuesto de distintas sensaciones e intensidades interrelacionadas más que un conjunto de temas independientes, cerrados y siempre con los mismos instrumentos. Incluso así, no lo hacemos intencionadamente, todo sale bastante natural creo.

Títulos como «Ancient jewelry» o «Secret geometry» parecen apelar a alguna especie de conocimiento arcano, reservado para iniciados y curiosos.

Cierto, en todos los discos tenemos títulos así. Nos gusta lo oculto, lo primitivo, lo misterioso y en definitiva todo lo que no se ve pero que se intuye que está, estaba o estará ahí. Todo lo relacionado con lo ancestral, espiritual y las fuerzas naturales nos parece fascinante y muy poderoso. Y la música sin duda tiene que ver mucho con eso. Con los títulos queremos apuntar en esa dirección pues lo que sucede es que nuestra sociedad tal y como la conocemos hace todo lo posible para distraernos y hacernos centrar solo en lo superficial.

Me interesa el proceso de creación, de la elaboración de las canciones y de la elección de los títulos. ¿Qué nos podéis contar al respecto?

Cada proyecto tiene su propio planteamiento y su modus operandi. Con Gaf & The Love Supreme Arkestra por ejemplo es más directo y surge todo de las largas improvisaciones en el local del ensayo. Afg-an y Gaf son más cosas del estudio, la improvisación y la experimentación con aparatos y pedales. Con Gaf y La Estrella de la Muerte en sus dos primeros discos, en cambio, todo partía de unos loops que se llevaban al local y luego se montaba todo lo demás encima. En general es algo bastante sencillo, como si fuera una autopista larga y recta a la que ibas añadiendo instrumentos y capas sonoras.

En Gamma Bay sin embargo cambiamos todo el proceso y es otra de las razones por la que se ha tardado en dar con el material definitivo. Fue un modus operandi más clásico en el fondo a mi entender. Los temas se trabajaron primero íntegramente en el estudio para luego montarse en el local y posteriormente rematar las estructuras y otras posibles variaciones. Era un proceso de ida y vuelta constante. Y si en el local los temas no funcionaban, no tenían fuerza, no aportaban mucho al conjunto en general o eran técnicamente complicados en llevarse a cabo, se desechaban simplemente.

Por el camino habremos descartado por lo menos 20 temas. Queríamos que todo sonara tal cual en las demos, además todo tocado, directo, crudo, sin arreglos y que cada tema fuera distinto de lo anterior, quitando por supuesto alguna que otra volada que siempre queremos incluir. Una vez los temas pasan por todos estos filtros y empiezan a formar parte del repertorio en el local se les acuña el título en función de las sensaciones que nos transmiten o experiencias que recuerden y siempre en relación con el resto de los títulos del repertorio y el nombre propio del álbum en cuestión. Los títulos son como una colección de postales difusas de lugares distintos o vistos desde perspectivas diferentes, y el conjunto es el imaginario del disco, un relieve conceptual por donde queremos que el oyente transite y fluya.

Os vi una vez en un FIB, allá por 2014 y quedé prendado de vuestra puesta en escena. Me dio la impresión de que erais más de seis en el escenario. No sé si en la actualidad hablamos de la misma formación de aquella época. Escuchando vuestra música sentado en el suelo, con poca gente y al atardecer, me sentía transportado a algún lugar lejano en el tiempo. Me pareció una ceremonia chamánica, más que una actuación musical. ¿Qué buscáis expresar en vuestros directos, más allá de la mera interpretación de las canciones?

La música es un ocio inmejorable y parte fundamental de nuestra vida diaria sin duda. Pero cuando tocamos nos gusta tomarlo con seriedad y sobre todo de forma muy espiritual, pues cada concierto es para nosotros como un trance o ritual introspectivo con su principio y su fin. Intentamos que el sonido, la energía y la electricidad se adueñen de nosotros y dejarnos llevar. Cada concierto es un momento único y lo queremos sentir al máximo.

¿Qué papel juega la voz en la música de GAF? Tratándose de piezas en buena parte instrumentales, ¿para vosotros es importante la voz como vehículo para expresar ideas, o un instrumento más al servicio del sonido?

Aunque la voz pasa bastante desapercibida, por el carácter generalmente instrumental de las canciones, siempre ha tenido un papel fundamental en las composiciones de Gaf. Aparte de ser un instrumento en sí fascinante tiene la capacidad de orientar al oyente. Al igual que los títulos, la voz y las letras dan pistas sobre el concepto del disco y lo que se quiera transmitir, aunque siempre de una forma incompleta y difusa con el fin de que el que lo oye y se siente intrigado haga sus propias conexiones.

Me vería en muchos apuros si tuviese que encuadrar vuestra música en un estilo, incluso en un género. Hay mucho rock, krautrock, post rock…pero hay también melodías pop, ritmos jazz, psicodelia, noise, vanguardia… Creo que es misión imposible buscar una etiqueta que os defina, además de totalmente innecesario. ¿Quizás, «experimental»?

Las etiquetas son horribles puesto que establecen los límites y eliminan los micro movimientos y submundos que cada artista posee. La música, salvo que uno quiera reproducir las fórmulas intencionadamente, es un campo abierto e indivisible. A nosotros nos gusta movernos por los márgenes, cuanto más alejados de los grandes ‘centros’ mejor pero sin rechazarlos porque creemos que son fundamentales para el desarrollo de uno mismo como músico.

Nos gusta beber de todo lo que sea bueno y nos pueda aportar algo como músicos y personas, sea mainstream, underground, folklore o música clásica. En cierto sentido, nos gusta experimentar con todo lo que tenemos alrededor sea material o inmaterial, pero eso dice más del modus operandi que del sonido en sí. La etiqueta experimental, en cambio tiene que ver más con la búsqueda de sonidos y fuentes sonoras nuevas. Nosotros estamos más interesados, a priori y de momento, en la mezcla de cosas que ya están ahí.

¿Seguís residiendo en las Islas Canarias? ¿Sentís que os limita, o ha limitado en su momento en caso de que no sea ya así, la distancia respecto a la Península?

Depende de cómo se mire. Canarias es un lugar maravilloso pero limita en cuanto a la actividad musical y pretensiones que uno pueda tener. Estamos muy alejados de los grandes centros culturales y por lo tanto muy poco expuestos a las corrientes nuevas que se cocinan por ahí. Algo que, por otra parte, también puede ser positivo ya que el aislamiento puede ayudar en la búsqueda de un sonido más personal.

Luego programar conciertos y salir de gira fuera de las islas es siempre una odisea por lo complicado en cuanto a la organización y planificación desde aquí y lo costoso que es montar todo, aun teniendo la posibilidad de contar con la ayuda del Gobierno de Canarias para los desplazamientos hasta la península. Pero es lo que hay y hay que adaptarse. En cualquier caso, todo es posible si uno tiene voluntad y está dispuesto de sacrificar algo de tiempo y dinero.

Me imagino que habrá gira para promocionar Gamma Bay. ¿Tenéis ya fechas confirmadas? ¿Con qué formato os presentaréis en directo?

Por lo pronto tenemos una serie de conciertos en Canarias donde estaremos todavía combinando lo nuevo con lo viejo, y algo más relacionado con nuestra faceta más cinematográfica. Ya después del verano arrancaremos con las presentaciones en sí, empezando por Tenerife y luego unas 4-5 fechas en la península, aún por confirmar.

11.04. Las Palmas International Film Festival

22.06. Festival Keroxen Lanzarote

01.09. Festival de Cine Astronómico de La Palma

05.10. Teatro Leal, Tenerife

 

Texto: Fidel Oltra

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