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Nile – Barcelona (Sala Razzmatazz 2)

 

 

Tarde de domingo a base de metal extremo para acabar el fin de semana. Paquete de cuatro bandas encabezado por los americanos Nile y su técnica y rápida manera de entender el death metal. Con británica puntualidad pero con muy poco público debido a lo intempestivo de la hora aparecieron sobre las tablas los italianos No More Fear. Este quinteto transalpino ejecuta un death metal técnico con apuntes melódicos que funcionó bastante bien en escena. Ejecución perfecta e intensidad por parte de los músicos comandados por un enérgico vocalista que a pesar de la escasa audiencia no dejó de arengar al público. Cumplieron bien su temprano cometido y nos deja con ganas de escuchar en estudio las canciones que interpretaron de su último disco Malamente, del cual desgranaron canciones tan rotundas como «Lady Ndrangheta» o «Tre Cavalieri».

Cambio de registro para los siguientes del paquete; los helenos Exarsis. Quinteto que transita por los terrenos del thrash más vieja escuela, aquel que popularizaron combos como Exodus o Sacred Reich. Y si bien es que lo de estos griegos es más que derivativo se marcaron un recital de aúpa. Salieron a escena como un torbellino y no pararon durante la media hora larga que duró su pase. Todos los tics del género estaban ahí, riffs endiablados, solos espídicos, headbanging sin parar, voces agudas…Dejaron al público exhausto con canciones como «General Guidance» o «Prophet For Profit» y dando que hablar.

Tiempo ya para cosas aún más brutales con los americanos Terrorizer. Trío que practica un contundente deathgrind y que desde el minuto cero tuvieron a parte del público enloquecido provocando un ajetreado mosh pit que duró casi toda su actuación. Tres cuartos de hora de brutalidad donde apenas hubo descanso para los músicos que encadenaban una canción tras otra. Además aparte de repasar su retahíla de clásicos tuvieron tiempo de incluir alguna canción nueva de su próximo disco de estudio como ese «Blunt Knife» que sonó igual de demoledora. Quizás la única pega que se les pueda poner es que su propuesta puede pecar de cierta linealidad, pero lo suplen sin duda a base de entrega y brutalidad.

Y llegó al fin la hora de las estrellas de la noche con la sala no a tope pero con una entrada aceptable. Nile empezaron su concierto de forma un poco titubeante, con problemas de sonido y a medio gas, pero fue superar ese «Ramses Bringer Of War» e ir todo rodado. Su death metal rápido y de corte técnico cobró una inusitada vida sobre las tablas llegando a rozar la perfección en ocasiones. También cuenta y da vida que tanto los dos guitarristas y el bajista ejerzan aleatoriamente de vocalistas (en gutural tesitura) y de fontman. Con mención especial para el ‘nuevo’ Brad Parris perfecto en sus funciones, recordando un poco a Tom Araya. Setenta minutos de death metal de altos vuelos combinando clásicos («Defiling The Gates Of Ishtar», «Sarcophagus»), temas de su último trabajo («In The Name Of Amun») y hasta alguna nueva canción del nuevo trabajo de estudio que están preparando. Una deliciosa y clásica exhibición death metal inspirada por el antiguo Egipto que finalizó con «Black Seeds Of Vengeance». Una velada donde todo rayó a un más que buen nivel, y que demuestra que el metal extremo sigue siendo una escena excitante y con mucha vida.

Texto: Xavi Martínez

Foto: Madness Live

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