Noche de sensaciones metálicas a flor de piel es lo que prometía esta nueva velada con los históricos y renovados Accept como protagonistas de la noche. Pero antes del combo germano se encargaban de calentar el ambiente los americanos Night Demon. Trío que se está ganando un hueco en el corazoncito de los aficionados metálicos con buen gusto. Comandados por el carismático Jason Leatherby ofrecieron cuarenta y cinco minutos de heavy metal absolutamente influenciado por los postulados de la NWOBHM. Combinaron temas de sus dos larga duración hasta la fecha, donde sonaron especialmente correosos y muy lucidos mini clásicos de su repertorio como «Full Speed Ahead», «Screams In The Night», «Maiden Hell» o «Black Widow». También hubo momento mágico metálico con la interpretación de «The Chalice» y la irrupción de su mascota en escena, cual Eddie en versión modesta pero entrañable. Finalmente arrancaron ovación del público y se mostraron como nuevo valor seguro en un mundo tan poco dado a las novedades como el del metal de corte más clásico.
Y si lo de Night Demon ya fue de solvencia contrastada lo de Accept ya rozó la perfección. Tomaron el escenario cual pánzer y desde el primer minuto hasta el último mostraron que lo suyo sigue siendo pero que muy válido. El espectacular inicio con canciones de nuevo cuño como «Die By The Sword» y la ya clásica «Stalingrad», pusieron las cartas bien boca arriba de entrada; Nostalgia la justa y necesario. De hecho el repertorio se repartió prácticamente al cincuenta por ciento entre lo nuevo y lo viejo. Pero lo que les separa de muchos de sus compañeros de generación es que estos Accept se creen su película, tocan sus nuevas canciones con la misma convicción que sus clásicos, lo que hace que todo el concierto se transforme en algo muy sólido.
Nada falla en cuando los teutones toman el escenario; sonido, puesta en escena, entrega…Una fiesta metálica en toda regla donde se erigen en protagonistas los dos supervivientes de la formación clásica; Wolf Hoffman y Peter Baltes. Casi siempre en primera fila mostrando veteranía pero sin relegar al ostracismo al vocalista Mark Tornillo. Un tipo que ya se ha ganado su puesto en la banda y que siendo fiel a la esencia de Udo Dirkscheneider no escatima recursos para también aportar su propia personalidad.
Dos horas de metal sin adulterar donde como he comentado se repartieron entre clásicos y nueva cosecha a partes iguales. Así que tonadas como «Koolaid», «Analog Man» o «Pandemic» no desmerecieron para nada al lado de clásicos del calibre de «Restless & Wild», «London Leather Boys», «Midnight Mover» o la coreada «Metal Heart». La misión estaba cumplida Accept llegaron, vieron y vencieron, dejando al público encandilado y coreando. La cosa ya se remató con los bises con la demoledora «Teutonic Terror» y la inevitable «Balls To The Wall» con todo el público entonando su marcial melodía. Una velada metálica de altos vuelos que sigue manteniendo el estandarte de los germanos bien alto. Cosas que pasan cuando uno cree en sí mismo y no sólo en la nostalgia.
Texto: Xavi Martínez
Fotos: Xavi Mercadé
