Chris Carter, Genesis P-Orridge, Cosey Fanni Tutti y Peter ‘’Sleazy’’ Christopherson no solo dieron carta de naturaleza y virtud a un género, la llamada música industrial: también desafiaron su exclusiva afiliación a lo que sus epígonos canonizaron o exageraron años después de que el proyecto naciera en el Londres de 1975, aunque la unión creativa de P-Orridge y Fanni Tutti se remonte a seis años antes, origen de una inacabable lista de escabrosos afluentes creativos no siempre musicales. No relativicemos los resultados del que debe seguir siendo considerado uno de los planes más transgresores de la música popular, pues si bien su desmesurada ambición transformadora (que no destructiva), aspirante a trocar desde su núcleo la naturaleza misma de la música difícilmente podría considerarse culminada, dio (al menos) una obra de referencia, 20 Jazz Funk Greats (1979), cuya pronta adscripción al canon de discos imprescindibles no marchitó su vigente combinación de artesanía y desafuero sintético. El compromiso artístico de la formación ambicionó trascender el impuesto concepto de «realidad», supremo acto radical y libertario que esta primera tanda de reediciones nos recuerda. Si The Taste Of TG, recopilatorio ahora completado con un corte de Part Two-Endless Not (2007) aparece por vez primera en vinilo, las nuevas reapariciones del fundacional e hiriente The 2nd Annual Report (1977) y del mencionado e ineludible 20 Jazz Funk Greats proponen un ilustrativo recreo dialéctico con un segundo disco en directo, ejercicio clave en un programa estético que tuvo en la edición de los veinticuatro CDs en vivo TG24 uno de sus más contundentes manifiestos.
JOSÉ LUIS TORRELAVEGA
