Aunque es verdad que, de los grupos que destacaron en la década de los noventa dentro de la escena del metal alternativo, quizás los únicos que aguantan estoicamente y con decencia son Deftones, y más tras la desgracia que ha perseguido a Linkin’ Park, la rueda no para de girar, y cada mes se publican discos de bandas jóvenes que apuntan alto, que siguen rugiendo. Desde Canadá, y tras un periodo de inestabilidad aterrizan Obey The Brave con Mad Season (Epitaph-PIAS), el tercer álbum de un grupo que se agarra al ‘’screamo’’, a los coros majestuosos, al doble bombo, al rap —participan los franceses Loud Lary Adjust— y a la modernidad con algún sonido pregrabado. Pero donde otros aburren haciendo lo mismo, ellos te hacen estallar la cabeza en mil pedazos.
TONI CASTARNADO