Durante siglos, Shout!, su libro sobre los Beatles publicado en 1981, ha sido considerado la biblia por los enfermos. Yoko le abrió las puertas de su apartamento en el Dakota, y su corazón, tras la muerte de John y suya fue la frase de que John era tres cuartas partes de los Beatles. Para dejarlo claro, tras las biografías de Ray Coleman y Albert Goldman, presentó en 2008 John Lennon, The Life, autorizada por Yoko, ochocientas y pico páginas.
Leyéndole sabías de qué pie cojeaba y que Paul, precisamente, no era su preferido. Por todo ello, existía mucho interés en saber qué publicaría sobre McCartney y más al conocer que el Sir había dado su bendición para que el anticristo escribiera sobre él. Bueno, tras también ochocientas páginas, notas el jabón para leer lo ya sabido, y admitido, por Norman: que Paul cuando pequeño también hacía caricaturas, escribía y pintaba, que lo de los collages sonoros fue cosa suya, que esto y lo otro, esto y aquello, que era muy ‘’in’’ y que era igual, y no menos, que John.
Detallado eso, sí, todo el asunto Apple y los litigios frente a los otros tres y contra Allen Klein, habiendo reconocido John que, tal vez, les hubiera ido mejor con el cuñado de Paul y no con el Robin Hood del pop, al que al final también demandaron. Igualmente destacable la narración del lío de Northen Songs y como sus canciones pasaron a las manos de Michael Jackson. Si quieres más, todo el periodo Wings se ventila rápidamente, y poca entrevista parece que hay de la gente que fueron pasando a sueldo, poco, por la banda.
El arresto en Japón en 1980 se analiza con reflexiones de lo tonto que fue por llevar hierba encima. A partir de ahí, ya se adentra en terreno tabloide: su vida en la granja y recuento de su actividad terrateniente a base de comprar cuanta granja quedaba cerca de la suya, información sobre la vida y muerte de Linda, su día a día familiar, su matrimonio y posterior divorcio con la Mills, su actividad febril en los escenarios, y su tercera boda con Nancy. Mucho trabajo de hemeroteca y videoteca, se me antoja. Norman ni muerde, ni profundiza, es amable y decepciona, la verdad. No es ‘’la biografía’’, si no otra biografía.
Texto: Josep Barbará