Nueva aberración sonora del trío de Berkeley y segunda incursión en la temática infantil. Si para el anterior la inspiración fue el filme Un Mundo de Fantasía (1971), aquí el eje principal se cierne entorno al libro The Rainbow Goblins de Ul de Rico. Cierto es que Claypool y compañía han sido una de las formaciones que mejor han sabido despegarse de la explosión sónica de los noventa. En parte, por lo inclasificables que son y siguen siendo, viviendo al margen de modas y tendencias. En pleno 2017 se destapan con este trabajo que continúa siendo tan inaccesible para el gran público como apasionante e inspirador para sus seguidores. Prueba de ello es la inicial «The Valley» o el arrebato prog de «The Trek» o de la memorable «The Storm». Todo ello, pasado por su particular batidora, en la que todo cabe sin dejar de sorprender. Su álbum más progresivo en lo que se refiere en cuanto a enfoque y estructura, pero con la suficiente dosis de locura que reconfortará a sus acólitos. Un disco no excesivamente largo —siete cortes de duración variada— que se antoja clásico con el retorno de Tim Alexander a las baquetas. Y seguramente, el más destacable desde su retorno.
JORDI DEL RIO
