De agradecer, la persistencia del sello vasco en transmitir la grandeza oculta en los recovecos de las canciones de bandas como los efímeros The Palace Of Light, a los que ya recuperó su sello hermano Spring Records en formato 7’’. Avalados por la garantía que suponía pertenecer a la escudería de Bam Caruso, grabaron un único álbum y se fueron dejando, eso sí, huella en la memoria de los degustadores de la psicodelia más orgánica. Nada de desbarres ni excesos de instrumentación: canciones que se deslizan escurridizas, cierto, pero que se edifican sobre estructuras fácilmente reconocibles. Artesanos del detalle, de melodías gaseosas, emparentados con el Syndicate de Steve Wynn menos contundente, el narcotizante desarrollo de Teardrop Explodes o con los arpegios de Felt, legaron fascinantes piezas como «Safer» o «Return to You» que, a día de hoy, mantienen intacta su frescura. Hasta el histrionismo puntual de su cantante, conviviendo con abundantes muestras de sensibilidad, han envejecido perfectamente. Como remate a esta reedición, emparentable en mérito y resultado a la que la misma discográfica realizó con Marble Joy, un segundo compacto con diversas grabaciones inéditas o difícilmente localizables. Versiones (Tim Hardin, Nick Drake), registros caseros de bajo presupuesto y altos resultados junto a piezas dispersas en sus escasos lanzamientos discográficos, todo al servicio de una suerte de antología del buen gusto.
ALFRED CRESPO
