Regreso a las barricadas. Mavis Staples y su productor preferido en lo que llevamos de siglo, Jeff Tweedy, han aparcado la música curativa que consignaron en You’re Not Alone (2010) y One True Vine (2013) y, ante el clima de tensión social que sacude la América de Trump, han reflotado el espíritu combativo del movimiento por los derechos civiles. Aunque no hay referencias explícitas a los últimos conflictos raciales acontecidos en el país del Tío Sam, todo en esta su tercera colaboración, desde el titulo hasta la última nota, es una invitación a la lucha por los ideales de igualdad y libertad. El líder de Wilco produce y firma diez temas de estructura ‘’call-and-response’’ y aires funk-soul. La diva pone letras a algunas de estas nuevas «canciones protesta» y las interpreta con determinación, joya y sentido histórico. Se dan, pues, todas las condiciones para que ambos brillen y, sin embargo, se quedan a medias. ¿El principal problema? La calidad dispar del material. Cuando Jeff se acerca al gospel-blues callejero desde el rock americano obtiene resultados notables. Cuando, en cambio, hace de Pops Staples sin ser Pops Staples se pierde entre guitarras saltarinas y ritmos sincopados. Que la voz de Mavis, todavía bonita pero menos torrencial que antaño, ya no sea lo que era no ayuda a encauzar un trabajo que, pese a aciertos puntuales como «Ain’t No Doubt About It», el tema titular o «Peaceful Dream», no termina de cumplir las expectativas.
JORDI PUJOL NADAL
