No ha de ser nada fácil ser la pareja de una de las artistas de moda. Jen Cloher vive el éxito de su pareja, Courtney Barnett, con relativa tranquilidad y un punto de amargura debido a los constantes viajes de su media naranja. Tampoco ha de ser agradable que, teniendo un bagaje de cuatro discos a tus espaldas y habiendo cosechado el éxito a nivel nacional con una obra de debut que fue galardonada con diversos premios, para muchos no dejes de ser la ‘’esposa de’’. Y la mejor manera de combatir todo esto es presentar un disco como el que nos ocupa. El hecho de que sea homónimo ayuda a reafirmar la identidad de una artista que nos ofrece una colección de sólidas e inspiradas canciones que apelan a la energía cruda de unas guitarras que nos recuerdan a la primera P.J. Harvey por momentos y a unas melodías elaboradas a la vez que pegadizas que resultan auténticos pedazos de cotidiana realidad. Sonreímos con «Shoegazers», nos emocionamos con el homenaje a su madre desaparecida en «Strong Woman» y aplaudimos el reconocimiento a Dirty Three en «Loose Magic» en el colaboran tanto Barnett como su actual compinche musical Kurt Vile. Un disco redondo y cálido ideal para alejar todos esos estigmas que necesita atenuar Cloher para relanzar su carrera.
RUBÉN GARCÍA