Escuchas ciertos pasajes del álbum y el baterista no cae donde debe, los solos de guitarra están fuera de dibujo e incluso la voz de McMahon no acaba de alcanzar el tono en algún pico. Luego, investigando, se dice que el álbum fue registrado en tan solo un día y medio, con un presupuesto rozando lo ridículo y el tal McMahon recién llegado de la guerra de Vietnam y con un pie enfilando hacia el ejército de nuevo, pues dos años después regresaría al cuerpo para hacer de ello un oficio. Olvídense de todos los pormenores descritos al inicio: Spirit of the Golden Juice es aire puro para el espíritu, un manjar de buenas vibraciones, uno de esos discos que hacen justicia al termino ‘’especial’’. Coge al bueno de Sixto Rodríguez, mézclalo con algo de Gene Clark y esparce a John Phillips por encima. Con ello pueden hacerse una pequeña idea de lo que destraban las ondas del álbum. Pero eso sería un acto de injusticia, el mismo que se cometió en 1969, cuando el álbum recién publicado andaba ya entre los más buscados del rock californiano. Deben experimentar estas canciones en primera persona, sin intermediarios de por medio. ¿Existió realmente F.J. McMahon? ¿Hubo una primera edición de Spirit…? Sí. El tipo vive todavía, y por ello el trabajo vuelve a estar disponible, solo en vinilo. Ojalá tenga más material en algún recóndito lugar de su cabeza. Casi cincuenta años más tarde habrá dado para componer un segundo álbum.
SERGIO MARTOS
