La carrera de la banda de Tejas destaca por hacer gala de una regularidad y consistencia como pocas. Disco tras disco, afianzan su patente pop-rock sin perder un ápice de calidad o interés. Por eso sorprende que en sus dos paradas en España no vendieran, ni mucho menos, todo el papel. Quienes se tomaron la molestia de acercarse a verles tocar en una sala –lo cual está caro de ver por estos lares, pues no lo hacían desde 2007–, pudieron comprobar que hablamos de una banda muy, muy seria, sobrada de canciones y entrega. Su directo no pierde consistencia en ningún momento –hora y media manteniendo el interés latente–, gracias a una actitud excelente, un repertorio muy bien hilado y un sonido detallista e impecable. Empezaron fuerte, pues cuando apenas llevaban un par de canciones y ya nos tenían absortos, despacharon una «I Turn My Camera On» espléndida, con calidez soul, pero también con robustez rock. Las canciones de Hot Thoughts, su obra más reciente, sonaron muy convincentes, en gran parte porque los americanos supieron llevar al directo lo sintético de la grabación (Dave Fridmann anda por ahí), gracias a un trabajo impecable de piano y teclas. De entre las nuevas canciones destacar la que da título, con sus irresistibles guitarrazos, o la melodramática «I Ain’t The One», donde el carismático Daniel exhibió su rasgada pero melosa voz. Harían falta muchos caracteres para hacer justicia verbal al que, sin duda, es ya uno de los conciertos del año. La próxima vez que vengan no lo duden.
Texto: Daniel González
Foto: David Pérez Marín
