Alex Edkins es el abanderado de METZ, uno de los principales pilares del catálogo actual de Sub Pop y el que, por otra parte, comparte más puntos en común con el sonido que en su día catapultó al sello por excelencia del subgénero que cambió la historia del rock. Pero METZ no son de Seattle, son de Toronto, y la suya es una banda que no pretende rendir ningún tipo de pleitesía a tendencias del pasado, sino agitar estos tiempos modernos hasta exprimir nuestra mente. En la calle desde septiembre, Strange Peace es el próximo álbum de este trío canadiense que nos visitará en noviembre (17 en Apolo 2, Barcelona, y 18 en Moby Dick, Madrid). Mientras tanto, charlamos con su cantante y guitarrista para ir abriendo boca.Son autodidactas, tocan de manera muy física, y en su mayor parte, realmente no les gusta el tecnicismo en la música. Prefieren de lejos el instinto a la academia, y anteponen el sonido de una guitarra maltratada hasta su destrucción, a la que suena maravillosamente bien. Porque la primera también suena maravillosamente bien.
La primera vez que escuché II pensé que sonabais más oscuros, potentes y agresivos que nunca, pero con Strange Peace me ocurre justamente lo contrario. Es sereno y maduro, repleto de color aun experimental.
Sí. Creo que Strange Peace es muy diferente de los dos últimos álbumes, y ésa es una de las razones que me hace sentir más orgulloso. Queríamos explorar nuevas ideas y sonidos, y eso se puede escuchar muy claramente en Strange Peace. Cubrimos nuevos territorios sonoros, musical y líricamente. Si dejas de evolucionar, ¡mueres!
Han pasado cinco años desde vuestro primer lanzamiento. ¿En qué habéis cambiado como banda?
METZ es un proyecto de tres personas. Hemos cambiado de un millón de formas. Estamos en un estado constante de transformación. Cada día trae nuevos cambios. Hemos viajado por el mundo, conocido a gente nueva, nuevos lugares, escuchado nueva música… Hemos tenido hijos. Nos hemos enamorado. Hemos tratado con la muerte, el miedo, la tristeza, la ira y la confusión.
¿Cómo ha sido el proceso de composición en este nuevo álbum? ¿Dónde encontráis la inspiración?
La inspiración viene de la vida cotidiana y de nuestro alrededor. Pero también de la música de los otros, de sus libros, películas y arte. Las canciones de Strange Peace, por lo general, comenzaron conmigo grabando una demo o una idea en casa y luego trabajando con Hayden y Chris en el local de ensayo.
Para esta ocasión habéis contado con Steve Albini. ¿Cómo surgió la idea de trabajar con él? ¿Qué tal la experiencia?
Ha sido una experiencia maravillosa. A Steve le gusta grabar bandas en vivo con la menor tontería posible. Fue un encaje perfecto para nosotros, y grabamos 14 canciones en 5 días. Basta con pulsar el botón de grabación y a tocar. Electrical Audio es un estudio fantástico y ha sido un placer trabajar con él. Steve es, como todo el mundo sabe, un ingeniero muy dotado. Conocemos a Bob Weston desde hace años cuando tocamos con Mission of Burma, Matthew Barnhart es nuestro técnico de sonido en directo y ambos trabajan estrechamente con Steve en Chicago Mastering Service y Electrical Audio. Fueron ellos los que nos pusieron en contacto.
«Cellophane» es probablemente la canción más accesible de METZ hasta la fecha. ¿Tienes la misma sensación?
Desde luego. Esa canción vino muy automática e instantáneamente, así que no lo pensamos dos veces. Nunca nos preguntamos si deberíamos hacer esto o aquello, o si le gustará a la gente o a las emisoras de radio. No es así como trabajamos. Nos encanta el ruido experimental, pero nos encantan las canciones pop también. Pienso en «Cellophane» dentro del mismo mundo que The Troggs o los primeros Kinks. Música rock simple, sin tonterías. Nos encanta ese tipo de música.
«Caterpillar» es claramente diferente al sonido METZ.
Grabé «Caterpillar» en casa y nunca la cambié. Es la única canción que no fue grabada en Chicago y es un cambio muy drástico para nosotros. Estábamos siguiendo nuestros instintos y simplemente nos sonó bien de inmediato. No hubo razón para cocinarla mucho más.
«Raw materials» es la canción más larga y la que más me recuerda a Sonic Youth por su dinámica y energía. ¿Cuál es el origen de la canción?
En realidad, consideramos que «Raw materials» es una de las principales declaraciones del álbum. Nos acercamos a la escritura de la canción como en dos movimientos. En el pasado nuestras canciones eran muy cortas y directas. Fue emocionante para nosotros dejar que, por una vez, la materia prima respirara y se extendiera por sí misma. Queríamos que se produjera un cambio de humor muy dramático en una única canción. Tengo muchas ganas de tocarla en vivo.
Buena parte de las canciones de este álbum tratan sobre la incertidumbre. ¿Qué motivó esta idea?
Creo que las personas de forma natural anhelan las “respuestas”. Queremos saber por qué las cosas son como son, así podemos intentar crear un sentido, una ilusión de paz y contentamiento. Pero lo que finalmente descubrimos es que no tenemos el control sobre nuestras vidas. Tampoco hay un poder superior que lo tenga. No hay respuestas definitivas para nosotros. No tenemos ningún propósito. No somos importantes. Cuando pienso en mi vida de esta manera, me tranquiliza. Esto no quiere decir que no debamos preocuparnos por nada ni por nadie. Es completamente lo contrario. Todo lo que tenemos es el uno al otro, nuestras relaciones y lo que tomamos de ellas, por lo que debemos ser tan buenos los unos con los otros como sea posible. Encontré una sensación de paz al aceptar esta incertidumbre y fragilidad de la vida.
Detrás de las portadas de METZ y II había una historia con tu padre. ¿Cuál es la historia detrás de la portada de Strange Peace?
Mi padre era fotógrafo en su juventud. Elegimos sus fotos para METZ y II porque se ajustaban a la dureza de la música. En cambio, la portada de Strange Peace fue creada por Jonathan Bauerle, también conocido como ‘agoodlookingdog’. Queríamos algo completamente diferente. Necesitábamos romper toda tradición percibida musical y visualmente. Para mí, la obra de arte representa el renacimiento. El sol sube y baja. La serpiente desprende su piel y comienza de nuevo.
¿Cómo definirías cada uno de vuestros tres álbumes en una sola palabra?
METZ, ‘tierra’. II, ‘viento’. Strange Peace, ‘fuego’.
¿Qué significa la palabra ‘grunge’ para ti? ¿Te sientes cómodo con la etiqueta?
Para mí, ‘grunge’ se refiere a una tendencia en la década de los noventa en la que no estuvimos involucrados. Éramos espectadores. El término era simplemente periodismo perezoso, y todavía lo es. Las empresas necesitan inventar descriptores para vender y explotar cosas, y los periodistas lo necesitan para vender revistas u obtener visitas en su página web. Dicho esto, entiendo por qué la gente lo usa cuando se refiere a nosotros. Sobre todo, su fascinación por el sello en el que estamos, Sub Pop, y el hecho de que somos una banda de tres integrantes con guitarras fuertes. Nunca he considerado nuestra música como algo más que moderno y actual. No es algo nostálgico para nosotros. Es una expresión musical honesta que viene de nuestras influencias ambientales y musicales.
Algunas de vuestras influencias resultan obvias (Sonic Youth, Fugazi, Jawbox), pero otras no tanto. ¿Qué música escucháis que no resulte tan evidente en el sonido METZ?
Nuestras influencias son muy amplias. Somos grandes amantes de la música en todas sus variedades, y creo que, a su vez, toda ella se filtra en nuestra música, ya sea en un nivel obvio o no. Algunas cosas que he escuchado hoy son Cate LeBon, Karen Dalton, Downtown Boys, Fela Kuti, Brian Eno & Harold Budd, The Seeds, Bruce Haack, The Human Expression, Freddie Gibbs o Converge.
Por curiosidad, ¿sigues con la Jazzmaster de los ’60 y Chris con los bajos Gibson RD? ¿Por qué tan obstinados? Ahora en serio, ¿todavía afinas en E estándar?
¡Jaja! Captain Beefheart dijo que nunca limpiaras tu guitarra, así que decidimos empezar directamente con los instrumentos más sucios que encontramos. En cuanto a la afinación, he creado la mía propia. Se llama “estándar E severamente desafinada”.
Texto: Borja Figuerola
Foto: Ebru Yildiz