Según el propio Kenny, estamos ante uno de los álbumes más ambiciosos de su carrera. La idea era conseguir grabar las mejores canciones de su discografía. Un reto muy exigente y del que no muchos con su trayectoria son capaces de proponerse. La cuestión es ¿lo ha logrado? Eso es algo que solo podemos valorar los oyentes. A priori es un disco que presenta más interés que su proyecto The Rides, que ha pasado bastante desapercibido. No convence con el ramalazo hard-rock con apuntes AOR que abre el disco, «Baby Got Gone», pero ya retoma el buen camino en «Diamonds & Gold», acertada combinación de soul con tintes blueseros. El minutaje se va nutriendo de cortes con toques más propios de la radio fórmula («Nothing but the Night», «Lay It On Down») mezclados con alguna jugosa sorpresa («She’s $$$», «Down for Love»). Mención especial para «How Low Can You Go» y «Louisiana Rain», que dan la sensación de que cuando abraza el blues-rock la máquina funciona, pero la introducción de composiciones más afines a las radios resta credibilidad a la propuesta. Si esa es su meta, puede estar orgulloso de tal hazaña, ya que ha creado un trabajo solo apto para sus incondicionales.
JORDI DEL RIO
