El inclasificable J.D. Wilkes vuelve al frente de sus Legendary Shack Shakers para ponerlo todo patas arriba con un disco tremendo, con el que amenaza con girar a lo largo de dos años, cosa que hace que ya andemos rezando para que se acerque por estos lares. Arranca la cosa con «Curse of the Cajun Queen» y sabes que el tema no puede sino ir bien. Ese riff de guitarra, esa batería a contratiempo, y el coronel desgañitándose son magia pura. La sorpresa llega con la muy fifties «War Whoop (Chief Paduke’s Revenge)» con aroma incluso surf para que después, con el tema que titula al disco, regrese el desenfreno y la histeria vocal. Entonces ya tienes que decir. Qué puto amo es el Coronel. Pero es que encima se marca un semi-ska como «Single Boy» y acaba de bordarlo. Para que mires la contraportada y pienses ¡hay trece así! Sí, sí, ya lo puedes decir, porque el nivel no baja en ningún momento e incluso sube en canciones como la rockabilly «Long Legs», «Frankenstein’s Mother», que parece robada al repertorio de los Flat Duo Jets, o «Branding Iron», que podría pasar por la versión bastarda de aquel «Little by Little» que los Stones publicaban en 1964. Y lo tienes que repetir. Qué puto amo es el coronel.
EDUARDO IZQUIERDO