Complicado, sacarse de encima la etiqueta de niño prodigio. Y más cuando realmente lo has sido y la magia ha desaparecido: Lang sorprendió a propios y extraños con quince años, mostrando un descomunal desparpajo y una fuerza técnica digna de los bluesmen más veteranos. El cine le proporcionó el último empujón hacia un estrellato en el que, rápidamente, le movió la silla. Mantuvo el tipo un tiempo, cierto, pero Jonny lleva años perdido, buscando el modo de reverdecer viejos éxitos. Malas noticias, solo un milagro podría conseguir que este Signs le devolviera el favor del público. Se habla de un regreso a las fuentes del género, a la cruda veracidad que transmitían y transmiten las canciones de sus maestros, con Albert Collins a la cabeza, pero el innegable endurecimiento de sus nuevos temas carece de la necesaria alma, de vida interior. Sigue tocando endiabladamente bien, pero faltan canciones memorables, perdido el nuevo repertorio entre un hard-blues con ligeros ramalazos AOR y un tirón hacia el soul más mainstream. Mala combinación, pobre cosecha solo salvada parcialmente por los temas más reposados, con «Bring Me Back Home» como oasis de inspiración. En la portada posa meditabundo… y tiene razones para estarlo.
ELMO LEWIS
