Tercera entrega desde su regreso en 2012, y las ideas, lejos de agotarse, se multiplican: una ópera rock a-lo-Quadrophenia del siglo XXI, veinte canciones a partir de un libreto de Carlos Zanón sobre Rai, ex líder de un grupo de rock ficticio, que decide dilapidar su proyecto familiar, reunir de nuevo a los miembros de su antigua banda y retomar su carrera artística. Muchos de los temas desarrollan episodios o personajes del relato de Zanón («Elwood y Jake», «Cadena de Transmisión»), otros se alejan más de la trama («Mi Mierda Naranja», «¿Quién Mató al Gato»?, «Despertar de un Sueño»), pero el disco en su conjunto parece el diario íntimo de un músico cincuentón: «Ensayar Es de Cobardes» nos transporta a la atmósfera rancia, sudorosa e insalubre del local de ensayo donde todo empezó, «Cadena de Transmisión» es la carta de amor de un cantante veterano a un grupo de debutantes, «El Tren de la Bruja» o «El Póster de Samantha Fox» nos hablan de antiguos mitos, hoy convertidos en ángeles caídos… muchas de las letras siguen teniendo una vis cómica (‘’No tengo tiempo para comprar discos / ni llevar la moto al taller / No me gusta lavar los platos / pero alguien lo tiene que hacer’’) y musicalmente, el peso compositor recae esta vez en Albert, cuya guitarra, más afilada y contundente que nunca, suena a ratos más a Green Day o a Redd Kross que a The Jam.
ALEX F. DE CASTRO
