Según un comunicado tanto de su familia como del grupo en su web y en Facebook, Malcolm Young, guitarrista y cofundador de la banda junto con su hermano Angus en Sídney en 1973, ha fallecido este sábado 18 de noviembre. Malcolm, muy deteriorado últimamente, ha sido vencido por un simple resfriado. La muerte le sobrevino en la cama rodeado por su familia, la cual también sufrió otro duro golpe hace unas semanas porque su óbito se produce un mes después de la de su hermano George Young, que fue productor de AC/DC.
“Conocido por destreza musical, Malcolm era compositor, guitarrista, músico, productor y visionario que inspiró a muchos», señala el comunicado. Asimismo, en la web oficial de AC/DC su hermano Angus firma un pequeño texto donde recuerda: “Como hermano es difícil expresar con palabras lo que significó para mí a lo largo de mi vida. El vínculo que teníamos era único y muy especial. Deja atrás un enorme legado que vivirá para siempre. Un trabajo bien hecho, Malcolm”.
En 2014 tuvo que dejar definitivamente el grupo debido a su enfermedad —alzheimer según unas fuentes, demencia senil según otras—. Muchas veces se quedaba quieto porque el deterioro cognitivo le impedía recordar los acordes de guitarra de las canciones que él mismo había compuesto. Tuvo que ser sustituido por su sobrino Stevie Young, decisión que según cuenta el propio Angus Young fue tomada por él.
Curiosamente, el último concierto de Malcolm Young fue en España en 2010, en concreto en Bilbao en el Estadio de San Mamés, ciudad donde cerró la gira mundial del disco Black Ice.
A pesar de su eterna manía de quedarse en un segundo plano, como compositor la firma de Malcolm quedará para siempre en los emblemáticos temas de los australianos, además de ser pieza indispensable en el sonido de la banda.
Según deseo de la familiar, en lugar de flores que envíen donaciones al Ejército de Salvación. También informan que la semana que viene la web del periódico Sydney Morning Herald abrirá un apartado para aquellos que quieran dejar allí sus mensajes y condolencias a la familia.
MANUEL BETETA