Discomático

Tyler Childers – Purgatory (Hickman Holler Records)

No deja de sorprenderme que el rock norteamericano de raíces siga engendrando artistas del calibre de Tyler Childers. Justo cuando parece que el género navega en el hastío aparece una remesa que te hace recuperar la confianza en él. Y Childers forma parte de la última de ellas. Él dice que sus grandes influencias van de los Drive By Truckers al bluegrass. “Crecí en la cultura de los Apalaches y en su forma de contar historias” dice, y quizá por ello recuerde en su manera de escribir (que no en la interpretación) a nuestro querido Malcom Holcombe. Tampoco le quedan lejos nombres como los de Chris Stapleton, Jason Isbell o Sturgill Simpson que, por cierto, se encarga de la producción de este Purgatory. Y lo hace de manera ejemplar. Alejándose conscientemente de su sonido y dando todo el protagonismo al artista que muchos consideran ya su protegido. Juntos han conseguido construir un disco sin fisuras. Sublime de principio a fin. Con dosis justas de referencias y cargado de una personalidad abrumadora, algo a tener muy en cuenta tratándose de un álbum de debut (el de Kentucky solo había publicado antes un par de directos). Háganse un favor y denle un orejazo. Verán, verán…

 

Eduardo Izquierdo

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