Los británicos han superado la resaca de su debut y muy aclamado Annabel Dream Reader (2014). Su nueva referencia ha sido grabada por Jim Sclavunos (Nick Cave & The Bad Seeds, Grinderman). El álbum pretende ser un compendio de experiencias vividas desde su anteriormente mencionado debut. A modo de ‘’melting pot’’ musical, se mezcla psicodelia pesada y un brillante toque de baroque’n’roll. Pesado y nihilista. Desde el tremolo inicial de guitarras de «Bone-Weary» hasta la decadencia pesimista en melodías. Un viaje a los ochenta con pies en los noventa más alternativos en el primer single extraído de la selección titulado «C-Side» que contra todo pronóstico termina cayendo en una melodía dulce que no tarda en recurrir al fuzz de nuevo. Temas como «Ghost House» o «A Dead Night Again» hacen de este disco un paso adelante con respecto a su primera larga referencia. Tras la portada, de carácter etilíco-lisérgico, se consagra una banda que supera el segundo peldaño en su carrera y se aleja de toda sospecha de ser tachada de solo componer un buen primer disco. Disfrutables todos y cada uno de sus sonidos. Banda indie consideran muchos, dejemos ya las etiquetas, por favor.
MARIO X