Un clásico que propone nuevo material es Arto Lindsay, uno de los guitarras clave durante la explosión no-wave neoyorquina al frente de los troquelantes D.N.A. Con Cuidado Madame (Ponderosa) regresa a lo que ha venido siendo su feudo desde los ochenta, esa personal mezcla de tropicalismo y finas texturas electrónicas, permanentemente amenazada por los trallazos de su guitarra atonal e imprevisible, en un sarao gobernado por la disipación intrínseca a la canción brasileña y ese rollo tenso y urbano que pocos dominan como él. Tras trece años sin nuevo material, lapso solo interrumpido por esas dos genialidades que fueron el atorrante directo junto a Paal Nilssen-Love y el compendio Encyclopedia of Arto —que pasó desapercibido siendo de largo uno de los mejores trabajos publicados en 2014—, se diría que Lindsay retoma las cosas allá donde las dejó, continuando un sendero que únicamente él es capaz de recorrer. Melodías aparentemente sencillas te embaucan, las texturas electrónicas, finísimas, te pegan el primer barniz y, ya entregado, encandilado por esa voz inocente, te endilga hasta la bola una guitarra afilada, violenta —véase «Arto vs. Arto», por ejemplo—, que al final es la razón de ser de todo esto. Joder Lindsay, cómo necesitamos discos así, que nos recuerden que hay algo distinto ahí afuera.
EDUARDO RANEDO
