No eran los Dogs clásicos como en la efímera reunión del 2013 los que se presentaban en esta ocasión sino una de las muchas encarnaciones parciales de los mismos que Tyla acostumbra a pergeñar. Pero lejos de otras aventuras más sospechosas, en esta ocasión venía acompañado de tres compinches de probada competencia: Matty J. Cassidy al bajo, Gary Pennick a la guitarra y el ex-Death in Vegas Simon Hanson a la batería, estos dos últimos ya presentes en los Hot Knives de Tyla junto a Spike. Y además con repertorio perruno clásico, votado previamente por los fans vía internet y todas esas mandangas.
Si le añadimos que Tyla estuvo especialmente centrado y hasta comunicativo, con evidentes ganas de pasarlo bien, lo que vimos sobre las tablas fue un buen show en el que los cuatro músicos, sin faltar el respeto a todas esas grandes canciones, las reinterpretaron con un cierto deje bluesy, arrastrando riffs y fraseos aún conservando todo el armazón.
Y sí, tal vez faltaron matices pero en ningún caso electricidad y contundencia.
Un servidor disfrutó –y por la respuesta evidente del público, no fui el único- de esas versiones ligeramente modificadas de temas que uno ha escuchado mil y una veces, en estudio y en otros tantos directos.
Y es que si Tyla está por la faena, y se trae personal de confianza, es imposible fallar con un set list en el que van cayendo, uno tras otro, clásicos del calibre de “Wait Until I’m Dead”, “Drunk Like Me”, “I Don’t Want You to Go”, “Heroine”, “Satellite Kid”, “Errol Flynn”, “How Come It Never Rains”…en fin, ¿sigo?
Texto: Eloy Pérez
Foto: Xavi Mercadé
Se dejó clasicos del More Unchartered….
Como:
Pretty Pretty Once
Mr.Barfly o Johnny Silvers.
Pero fué un gran concierto si