Siempre que un grupo novel graba un disco, resta la incógnita de si sonarán mejor, peor o (difícil) igual que en directo. En este caso, ya habíamos tenido el placer de escuchar a este numeroso grupo de jóvenes intérpretes en directo, nos habíamos contagiado de su chispa y buen hacer. Quedaba, por tanto, escuchar su primer disco. Mi primera sensación es que el primer tema, «How Long It Will Take», con esa voz entre rota y soulera de su cantante principal, refleja fielmente su espíritu de rock fiestero. Serían unos Tequila a lo big band para haceros una idea, y lo digo en sentido positivo, claro está, para triste ya está el grunge. En estos tiempos en que todo está oído, dan con una fórmula propia, y el trabajo suena a ellos, que tiene mérito. «Fuga» recuerda algo a Royal Crown Revue en español o a algún grupo de los noventa tipo Swingers. «Hablar para Nada» es más roquera, más boogie. «Arizona’s Morning» tiene un puntito más ska, más stroll… «Ghost Bride» empieza entre western y psychobilly suave, podría ser perfectamente la banda sonora de la serie Westworld… «Wild Drug» entra roquero a muerte y se relaja al swing para volver al año 59 con bonitos toques de piano y guitarra Brian Setzer. «Sick Boy Twist» es el tema más festivo, con el pianista esta vez como cantante. Lo curioso es que siendo tres vocalistas, no desentonan unos temas con otros porque van en la misma línea y es de agradecer en el resultado final.
DIANA C.F.
