Puede que en 1989 cayese el Muro que separaba a Rusia y sus satélites del resto de Europa, pero seguramente las consecuencias de aquellos años que transcurrieron desde que se levantó aún se sienten en la sociedad de hoy en día. Aunque en Los exámenes se trace un relato doloroso de la situación actual de Rumanía, tampoco resulta difícil trazar paralelismos con nuestra situación más cercana. En este caso, el director rumano Cristian Mungiu (quien se dio a conocer con la seca, tensa y premiada 4 meses, 3 semanas, 2 días) refleja esa situación a través de una relación paterno-filial en la que un padre desesperanzado busca la vía para lograr que su hija pueda estudiar en el extranjero, a pesar de un acontecimiento violento e inesperado que se interpone en su camino. Sin banda sonora, fría y austera, la cinta mantiene una intriga desorientadora en la que se imposible adelantar el comportamiento de sus personajes. Los hechos sirven para denunciar la corrupción que se extiende a todas las capas de la sociedad rumana, a base de pequeñas mentiras, arreglos y favores aparentemente menores pero que derivan en auténticos aludes que enturbian el pasado y presente de todos los personajes, poniendo en tela de juicio su dignidad. No es todo: su excelente guion cuestiona, también, las decisiones que se deben tomar en la vida y el respeto a unos principios que los padres deben transmitir a los hijos.
XAVIER VALIÑO
