La jugada comercial está bien traída, Parfitt pasó a mejor vida la pasada nochebuena y como parte esencial del artefacto era necesario, incluso antes de percibir el final del asunto, hacer seguir girando la rueda. Eso llevó a los Quo a aplicar el formato acústico con las giras Aquostic para solventar la carencia del hombre riff de la banda y tratar de seguir interpretando el repertorio clásico sin necesidad de recordatorios en forma de vídeos homenaje ni demás enseres. Muchos de cierta generación dejamos pasar de largo un grupo que nos llegó tarde, porque a pesar de memorables air guitars quinceañeros con «Sweet Caroline» o «Whatever You Want» por supuesto, topamos con artefactos como «In The Army Now», que hicieron que la tímida aproximación quedase en fallido intento. Y por eso sin rubor, cabe reconocer que en una primera ocasión de escuchar en directo esas canciones, muchas siguen dando la talla a pesar de la configuración.
Sonó el repertorio calco de hace ya muchos pases, y a pesar de que Rossi se cortó la coleta hace años, no vale el símil taurino para criticar un concierto que resultó de lo más entretenido. Incómodo se le vio al frontman superviviente con la acústica, pero supo tirar de oficio y llevar a buen puerto un set acoplado a los espacios a los que está destinado, teatros como el gran operístico de Barcelona, para seguir rememorando entre unos pocos incondicionales canciones que, sin enchufe, pierden lógicamente mucho punch.
No habrán más síncopas gesticulares ondeando mástiles como pasaba en los 70, solo los doble Z siguen haciendo el movimiento y que parezca real, pero de boogie vive el hombre. La canción de los uniformes no sonó afortunadamente, salvo enlatada con la banda ya en el taxi, y volverán al enchufe si un arrebato de honestidad zepelliniana no lo impide, pero mientras las cuatro primeras filas del aforo sigan demostrando su devoción por «Burning Bridges», aún con guitarras gordas hay cuerda para rato.
Texto: Frank Domenech
Foto: Xavi Mercadé