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Barna ‘N’ Roll, Poble Espanyol (Barcelona)

 

Apretaba el sol cuando el –todavía nuevo– festival punk abrió sus puertas en su segunda edición, donde la consigna parecía la de no arriesgar para construir, año tras año, la identidad propia del evento. Estrenaron escenario los efectivos y festivos Giuda para los escasos asistentes puntuales, antes de pasar testigo a La Banda Trapera del Río, uno de los principales atractivos. Su reunión 40 años después ya parece de todo menos fugaz, aunque letras como «Ciutat podrida» se antojan demasiado lejanas para los más jóvenes. Mejor impresión causó The Baboon Show, que se dieron a conocer y se reafirmaron por igual con una explosiva Cecilia Bostrom en una actuación que no dejó indiferente.

Mientras bajaba el calor, subía la afluencia para ver a Lendakaris Muertos, cuya popularidad crece con la edad. El público les reía las gracias a la vez que los recibía con los brazos en alto cada vez que saltaban del escenario. Menor acogida se le tuvo a Face to Face pese a sus más de 25 años de historia: punk-rock adrenalínico de California como música de fondo mientras buena parte del auditorio aprovechaba para reponerse.

Con la puesta de sol, Berri Txarrak se encargaron de sentar cuórum con su potente directo pese a algunos fallos técnicos, además de hacer mover el esqueleto con las habituales versiones de MGMT y Daft Punk en «Oreka». Y de aquí en adelante, platos fuertes a raciones breves: Lagwagon demostraron por qué son historia viva de Fat Wreck Chords dando la talla mucho más allá de «May 16», Skatalà trajeron la nostalgia y las melodías que nunca olvidamos, y The Adicts se empeñaron en demostrar que la historia del punk está en deuda con ellos a base de espectáculo, confeti, serpentinas y balones hinchables.

Si bien la mayoría de protagonistas superaban los 25 años de historia, eran muchos los papás con cresta que enseñaban a sus hijos una realidad lejos de los dibujos animados. Sin duda, un factor más que demuestra que esta gran fiesta punk, que recibe y trata por igual a reivindicativos y anarquistas, a nórdicos y californianos, merece su hueco en la oferta festivalera. Al menos aquí, entre pogos y crowdsurfing, cada uno encuentra su hueco para ejercer de padre. Punk, pero responsable.

 

Texto: Borja Figuerola

Fotos: Xavi Mercadé (The Adicts, The Baboon Show y Lagwagon)

 

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