Alex Clare, el bluesero barbudo que parece haber pasado a la historia más por su escueta relación con Amy Winehouse que por su música acariciante y de raíz soul, vuelve a Madrid después de tres años para participar en los Mad Town Days (jueves 25 de mayo, Sala Arena) con su último lanzamiento, “Tail of Lions”. Un disco que hace referencia a lo bíblico, y no es para menos. Además de a su discográfica, Clare ha abandonado el barullo de Londres para formar una familia en Jerusalén y dominar él mismo todo el proceso creativo de su música.
Hace unos años, en el 2013, respondías que no tenías mucho feedback de tus fans españoles, ¿ha cambiado esto en los últimos cuatro años?
Sí, en efecto.
No visitas España desde el 2014, ¿te apetecía volver?
¡Absolutamente! Qué ciudad tan maravillosa, Madrid, tenemos un nuevo álbum entero y mucho amor para dar en esta maravillosa ciudad.
Hablando del disco: hace unos años explicabas que los sonidos sintéticos eran muy importantes para ti, pero el proceso creativo era orgánico. ¿Has seguido esta filosofía con Tail of Lions?
¡Absolutamente! Mi filosofía de trabajo en la música es que debemos usar cualquier medio para expresar una idea, electrónica, acústica, o de otro tipo. Pero no se puede superar la posibilidad de reproducir una gran canción solo con un piano o una guitarra.
Ya en el 2016, declaras a Independent que “la industria discográfica es un poco sórdida (…) me gusta lo real y la sinceridad”. ¿Cómo podría triunfar alguien en esta industria musical, desde tu punto de vista?
Lo es, en efecto. Es un mundo muy voluble, el de la música. Mucho bombo sin contenido emocional real. Si lo que quieres es triunfar y ser feliz, mantente real. Trabaja duro y trabaja en la música de la que realmente te puedas sentir orgulloso.
¿Cuál es la principal diferencia entre tener el apoyo de una discográfica y ser tu propio jefe creativo?
La libertad. Y la responsabilidad. Es genial poder tener el control creativo completo.
Te has mudado recientemente a Jerusalén. ¿Cómo es aquello, comparado con la visión que tenemos en Europa de esa ciudad?
Jerusalén es mi corazón y realmente el hogar que he estado buscando durante toda mi vida. Es un poco áspera en cuanto a las fronteras, pero las personas, lugares y la cultura es fantástica. Probablemente sea la ciudad más cosmopolita que existe.
¿Ha afectado el hecho de convertirte en un hombre de familia a tu punto de vista creativo sobre la música?
Por supuesto. He aprendido a apreciar las cosas que son realmente importantes.
¿Crees que la música puede cambiar las cosas?, ¿te ves protestando para proteger esas cosas importantes con tu música?
Creo que es una muy buena prueba de fuego en cuanto a lo que está sucediendo en el mundo. Sin duda puede cambiar una mentalidad, pero el cambio realmente positivo es hacia las personas que se preocupan lo suficiente para hacer algo positivo para marcar una diferencia.
Texto: Elena Rosillo
