No ha sido el rock sureño una variedad musical que haya tenido mucho arraigo en tierras catalanas. Así, a bote pronto, un servidor recuerda a Los Bombarderos, a los primeros tiempos de Sol Lagarto, a Ron Vudú y, ahora, a Jodie Cash Fingers que poseen algunas canciones en esa dirección. Así que la publicación de esta primera grabación del sexteto de Barcelona (con ramificaciones en Granollers) debería ser motivo de alegría para los aficionados. Por tener una banda de la tierra dando cera al estilo y porqué, razón principal, lo hacen muy bien.
Sí, recorren paisajes ya visitados por los grandes tótems del género, Allman Brothers, Lynyrd, por afines más contemporáneos, Black Crowes, y también por esas bandas que cruzaron el género con buenas dosis del rock clásico norteamericano como los recordados Screamin’ Cheetah Wheelies, notablemente presentes en espíritu en la segunda canción del álbum, «Sweet Magnolia», para dar forma a un disco de debut, con bonito diseño gráfico a cargo de Jalón de Aquiles, que aglutina todas esas influencias y funciona a las mil maravillas
Los dos guitarristas, David Melguizo y Aleix Lozano, exhiben técnica y oficio cruzando sus doce cuerdas y retándose en esos característicos duelos de solos a cuatro manos tan definitorios del estilo acompañados por una competente sección de ritmo, David Mani y Edu Rodríguez, un cantante, Germán Magrazó, que sabe el terreno que pisa y el siempre necesario refuerzo de los teclados de Jordi Revilla en una decena de canciones que prometen grandes momentos en los reproductores y los escenarios.
Desde el robusto inicio con «Mr. Cadillac» hasta el final con la evocadora melodía de «Tears in the Rain», que va creciendo pausadamente hasta desembocar en un clímax eléctrico, demuestran estar suficientemente preparados para batirse el cobre por esos complicados mundos del rock & roll patrio. Que la suerte les acompañe.
Manel Celeiro
