Las dos primeras publicaciones de los canadienses, dos EPs autoeditados, All Lies (2007) y Lullaby Death Jams (2008) son pura furia post-hardcore. Solo guitarra y batería al límite: el zumbido de la intro de «Lovers/Strangers» te peina las orejas. En 2010 los recopilaron en un disco grande llamado No-Singles, ante la notoriedad de su primer elepé, Post-Nothing (2009). Luego vino Celebration Rock (2012) con el que culminaron en 2013 una gira mundial de doscientas fechas por cuarenta países. El éxito les hizo parar durante casi cinco años y ahora están de vuelta con este tercer álbum, que ve la luz en un sello diferente. En esta flamante referencia hay más apoteosis vocal en nota menor, más coros en off y guitarras menos crudas. Brian King (guitarra) y David Prowse (batería) han optado por un sonido más suavizado, lejos quedó el lo-fi. Incluyen hasta algún efecto electrónico, como en el inicio de «Arc of Bar». El luminoso riff de «North East South West» es la mejor cosecha de esta nueva era, pero no hace olvidar la destripante maraña de guitarras de la versión de «For the Love of Ivy», de The Gun Club, que se incluyó en Celebration Rock. El próximo junio tocarán en el Primavera Sound y se podrá contrastar si estos cambios impregnan también su hasta ahora poderoso directo.
PACUS GONZÁLEZ CENTENO
