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Catalonia Extreme Winter – Upload (Barcelona)

(Foto: Spartan)

Siete bandas para un festival a reivindicar. El metal extremo está en constante renovación y metamorfosis, y es necesario que alguien nos lo haga saber. Además con importante presencia de bandas nacionales.

Into The Nethermost abrían las hostilidades, tuvieron poco tiempo pero nos endosaron una buena ración de blackened death metal con sonido de lujo y carismático fontman.

Los siguientes fueron los también locales Barbarian Swords. Tremendos con su mezcla de black y doom. Temas largos los suyos pero que dieron para cinco canciones pero llenas de veneno y ponzoña como la inicial «I’m Your Demise». Demoledores, presten Vds atención a su nueva obra Worms.

Frozen Dawn no se amilanaron ante semejante poder de devastación y mostraron que lo suyo va muy en serio. Nada nuevo bajo el sol, pero su black metal de ascendencia sueca sonó soberbio y con gancho. Presentaban su último trabajo Those Of Cursed Light cuyas canciones logran crear ese ambiente gélido tan imprescindible para el black metal clásico.

 

Ya le tocaba la vez a la primera banda foránea de la noche; los franceses Temple Of Gaal. Ellos siguen la estela de Behemoth y su blackened death. Compactos y agresivos dejaron satisfecho a todo el mundo con temas tan rotundos como «Hossana».

Volvíamos a territorio patrio pero con un cambio de registro, de las artes del black metal pasábamos al brutal death metal de los catalanes Morbid Flesh.Tenían la difícil papeleta bde susituir a las estrellas de la noche Forgotten Tomb que habían caído del cartel debido a un grave accidente automovilístico de su vocalista.

 

(Foto: Temple of Gaal)

Con una seguridad pasmosa en sí mismos descargaron un repertorio con influencias de Cannibal Corpse. del gore y de la vieja escuela deathmetalera. Un gran sonido y su pericia a los instruementos hicieron el resto para que se les otorgue el aprobado alto.

Volvía el frío y el black metal con los belgas Saille pero en una onda más sinfónica y progresiva. Ofrecieron un concierto de nivel, con un vocalista de amplios registros en el que tuvieron que tirar de samples para sus arreglos sinfónicos, pero que gustó vista la reacción del público. Les seguiremos la pista.

Los encargados de cerrar el festival fueron los holandeses Spartan. Poco gente resistía en la platea, pero ellos no se dejaron afectar y consiguieron despertar al poco público que quedaba. Sonaron perfectos con su death metal no exento de cierta épica y su vocalista se mostró quizás como el tipo de capacidades más melódicas de la noche. Acabamos derrotados, pero con la satisfacción de haber presenciado un cartel de solvencia contrastada y que probaba que a pesar de la inmovilista leyenda que el metal no para quieto, eso sí, en sus formas más extremas. Quedamos emplazados para el año que viene.

(Foto: Morbid Flesh)

TEXTO. XAVI MARTÍNEZ

FOTOS: JOSEP Mª LLOVERA

 

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